Industria se compromete por un Tequila sustentable
Comprometidos con el medio ambiente la industria tequilera y el Consejo Regulador del Tequila trabajan para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, combatir la deforestación y convertirse en carbono neutral
Rubén ZermeñoEn poco tiempo la industria del tequila se convertirá en una sustentable, que no ocasiona deforestación y que trabaja para ser carbono neutral.
Gracias al trabajo realizado por el Consejo Regulador del Tequila (CRT), el Gobierno de Jalisco y los empresarios tequileros, se han buscado nuevas estrategias e innovaciones para que la industria contamine menos y sea más amigable con el medio ambiente.
Carlos Fernando López de la Cruz, responsable de Proyectos de Sustentabilidad del CRT comenta con Reporte Índigo que ya tienen trabajando más de un lustro para transformar la industria.
“En 2015 trabajamos con el Centro Mario Molina para identificar la huella del carbono y del agua en la producción del tequila. Para evaluar cómo estaban las empresas, para saber qué acciones estaban tomando para ser más amigables con el medio ambiente. Ese fue el punto de partida de todos los proyectos que hemos tenido y las empresas han seguido trabajando e innovando para transformarse”, señala.
El proyecto estratégico en el que está trabajando el Consejo Regulador del Tequila tiene que ver con la captura de dióxido de carbono (CO2), el principal Gas de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera y causante del cambio climático y del calentamiento global.
Lo que busca el CRT, con la ayuda de una empresa con sede en España, es que se reconozca que los cultivos de agave capturan carbono, y así obtener Certificados de Reducción de Emisiones (CER), mejor conocidos como “Créditos de Carbono”.
Los Créditos o Bonos de Carbono fueron instaurados en 1997 a través del Protocolo de Kioto como un mecanismo para reducir los GEI y apoyar económicamente a quienes se comprometan con el medio ambiente.
Cada crédito de carbono equivale a una tonelada de dióxido de carbono y durante este año el precio de reserva de cada CER en California Cap and Trade Program fue de 17.71 dólares.
Estos bonos o créditos pueden ser utilizados para compensar las emisiones que genera cada empresa o bien ser vendidos a otros países o industrias.
“Sabemos que emitimos gases, pero queremos reducir el impacto de la industria. Si nos dan una ganancia, podemos descontarlo de nuestro inventario de emisiones”, señala el especialista.
Actualmente, el proyecto está en fase de estudio y para enero, comenta Carlos Fernando López, podrán conocer los resultados del mismo.
“Debemos de buscar una metodología específica para el agave, porque no existe para este tipo de cultivos. Ya que la tengamos podremos ser reconocidos por un organismo internacional y obtener los bonos de carbono.
“La industria tequilera sabe que tiene que reducir su impacto, los consumidores internacionales, que son más del 80 por ciento, se lo van a pedir, por eso tienen que cumplir con el medio ambiente”, agrega.
Para inicios del próximo año, el Centro Mario Molina entregará al Consejo Regulador del Tequila la segunda evaluación del impacto ambiental, de carbono y de agua, de la industria tequilera.
“Dentro de poco sabremos qué metas se cumplieron y en qué tenemos que trabajar para cumplir con los compromisos que se hicieron para el 2030”, comenta.
La posibilidad de que sea reconocido que las plantaciones de agave tiene la capacidad de captura de carbono pondrá a esta agroindustria como punta de lanza por la sustentabilidad de sus actividades, ya que de acuerdo con datos del CRT existen más de 975 millones de plantas en más de 292 mil hectáreas dentro de la DOT.
La certificación ARA para el tequila
El proyecto emblema del CRT es la implementación de la Marca de Certificación Agave Responsable Ambiental (ARA). De esta manera, el consumidor final podrá saber que el tequila que se está bebiendo no causó deforestación.
Esta certificación, es una acción dirigida a la cadena productiva del agave-tequila para la protección y conservación de la biodiversidad de la zona de Denominación de Origen del Tequila (DOT), evitando que las nuevas plantaciones de agave se establezcan en predios que no tienen un uso agrícola.
Además, ARA contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero ocasionado por la deforestación.
“El gobierno del estado de Jalisco y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) generaron mapas para conocer en dónde era área de bosque y en donde zona agrícola y se puede plantar agave. Estos mapas y la implementación de ARA desincentivan la deforestación para las nuevas plantaciones de agave, los plantíos que ya están en zona no permitida deben de terminar su ciclo para después regenerar la zona.
“Ese es el compromiso que hicimos, que para 2027 todo el agave que se plante en la DOT siempre esté en zonas agrícolas, es decir, que no causó deforestación”, señala el especialista.
ARA fue presentado en la COP26 realizada en Glasgow, Escocia. La certificación fue la primera de su tipo para una bebida alcohólica.
Aparte de estos proyectos, López de la Cruz señala que la industria tequilera está en constante evolución y cada vez más empresas dejan los combustibles fósiles para utilizar otras alternativas.
También aprovechan sus residuos como el bagazo y el biogás producido en el tratamiento de la vinaza para producir vapor y utilizarlo en sus procesos.