Ahogan importaciones a maiceros
La cadena productiva del maíz jalisciense se encuentra severamente afectada por la importación de más de mil 400 toneladas de maíz blanco proveniente de Sudáfrica.
Dicha importación masiva llegó a México desde abril de 2012 y ahora afecta a más de 4 mil 250 productores de Jalisco.
Paloma Robles
La cadena productiva del maíz jalisciense se encuentra severamente afectada por la importación de más de mil 400 toneladas de maíz blanco proveniente de Sudáfrica.
Dicha importación masiva llegó a México desde abril de 2012 y ahora afecta a más de 4 mil 250 productores de Jalisco.
Por lo menos unas 300 mil toneladas de maíz blanco jalisciense se encuentran en las bodegas de los diferentes representantes de productores.
Mientras que apenas en los tres primeros meses de 2012 las importaciones ya representan más de una cuarta parte de las importaciones totales del 2011.
Un incremento que sin duda está teniendo incidencia en los productores locales.
En las bodegas de varios municipios jaliscienses donde la agricultura representa una parte importante de su economía, descansan montañas de maíz blanco amenazadas por el gorgojo.
Y es que el 15 de diciembre del año pasado –fecha clave de la cosecha de maíz en el Estado– los grandes compradores de se retiraron del mercado mexicano.
Los registros de la división de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria de la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca (Sagarpa), históricamente han cuantificado a un total de 18 mil 500 productores jaliscienses que comercializan alrededor de un millón 300 mil toneladas de maíz.
Pero en este año el 22 por ciento de dichos productores no pudieron vender su cosecha debido a que el mercado de ese grano fue paliado con el producto sudafricano.
Los agricultores consultados por Reporte Indigo refieren que tan sólo en el área de la Ciénega que abarca los municipios de Poncitlán, La Barca, Ocotlán y Jamay entre otras, una sola empresa compró apenas el 20 por ciento de las 600 mil toneladas que regularmente adquieren.
Productores, víctimas de la especulación
Derivado de las heladas que azotaron a Sinaloa el invierno del 2010 y la sequía del 2011 en otros estados, los productores de Jalisco preveían que para este 2012 se recuperarían, pero no contaban con la importación de maíz del sur de África.
“Ni barato ni caro, nadie quiere comprar un sólo grano”, apunta sin resignación Francisco Muñoz Flores, agricultor de Poncitlán quien explica que las empresas grandes dejaron de comprar a partir del 25 de diciembre, fecha en que estaba terminada toda la cosecha de la región.
Muñoz Flores atribuye la falta de mercado local para distribuir su maíz, a la importación de maíz de Sudáfrica, y aunque no sabe quién autorizó la compra del grano, cree que la decisión tuvo que ver con el alza del precio del maíz.
“Ya no hubo modo de acomodar el producto, estuvimos agarrando maíz a 5 mil 300 y el último nos lo quisieron pagar a 4 mil 700”, dice.
Otros productores explican que hubo días en que el maíz fluctuó entre los 5 mil 500 a 5 mil 800 pesos la tonelada, pero de pronto ya nadie les compró.
“Alguién está ganando con la información del mercado”, expone Martín Gómez otro representante de productores.
Gómez explica que el fenómeno de depreciación del maíz es una forma en la que las grandes empresas aprovechan para controlar el mercado.
Así el grano de elote pierde valor y los precios de los productos producidos con base de maíz no aumentan.
La falta de mercado no sólo afecta en la economía de los productores que se dedican únicamente a la siembra de sus granos sino que a su vez derivó en la moratoria de pagos de la mayoría de los representantes de productores que solicitan créditos a corto plazo.
Créditos que a su vez sirven para afianzar a pequeños productores de maiz que por su situación económica no pueden acceder a financiamiento. Sólo en el caso de Francisco Muñoz Flores, por lo menos 200 productores dependen de él.
Para la producción del maíz, cada agricultor de la zona invierte un promedio de 18 mil pesos por hectárea. A su vez cosecha entre ocho y diez toneladas.
En la cadena productiva, los meses de abril y mayo los agricultores se surten de sus insumos,fertilizantes, herramientas y granos que utilizarán para la nueva plantación.
Sin embargo este año todos están quebrados.
Además de lo invertido en la cosecha, hoy los productores de maíz gastan hasta 17 mil pesos mensuales sólo en la manutención de sus bodegas.
Limpieza, seguridad, control de plagas son parte de las actividades que los agricultores tienen que hacer a fin de conservar el maíz en condiciones para poder venderlo.
Eso afecta directamente al precio de la tonelada sin embargo la situación es apremiante. Muñoz insiste: “no hallamos a quién venderle el maíz”.
Alberto Cárdenas a favor de transgénicos
En noviembre de 2011 Alberto Cárdenas Jiménez aprobó como senador un acuerdo para solicitar a los titulares de Sagarpa y Semarnat la liberación de autorizaciones para la siembra de maíz genéticamente alterado en México.
Se buscaba que el programa piloto iniciara la siembra de maíz transgénico en Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, estados afectados con la sequía el año pasado.
A pesar de la situación nacional, Cárdenas Jiménez señaló en aquella intervención como presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería:
“México cuenta con un marco normativo sólido de protección de los cultivos para consumo, único en el mundo, la Ley y el Reglamento contiene un régimen de Protección Especial del Maíz, además mantiene el cuidado de las variedades vegetales y de la biodiversidad nacional.”
La contradicción es que a pesar de este marco normativo en aquel entonces justamente se propusiera producir maíz transgénico en México, con todas las implicaciones que esto puede traer a la biodiversidad.
Porque ese maíz alterado podría tener implicaciones en la salud de los mexicanos y a su vez representar un riesgo para las diferentes especies mexicanas, debido a las plagas que se generan con estas alteraciones.
Es el mismo tipo de producto que se importa de Sudáfrica, y tal parece que la intención del actual candidato a la alcaldía de Guadalajara era que México pueda competir con este súper maíz.
Pero el balance final de una decisión como esta solo traerá a la larga un costo negativo, según especialistas en temas de biodiversidad.
La importación en cifras y datos
La entrada de Maíz proveniente de Sudáfrica no sólo afecta al mercado local sino a toda la economía mexicana: en el último año se han gastado más de 424 mdd para la compra de dicho grano
Mexico ha invertido desde abril de 2011 a marzo de 2012, más de 424 millones de dólares para la compra de un millón 228 mil 817 toneladas de maíz blanco.
De acuerdo con información de Sagarpa, en 2011 entraron arriba de las 970 mil toneladas.
En el primer trimestre de este año 2012, la importación fue de 255 mil toneladas, que sumadas a las del año anterior se estima que la importación de maíz de Sudáfrica fue de un millón 229 mil 817 toneladas.
Además, el 36 por ciento de las importaciones previstas para el 2012 son de maíz sudafricano, según informó el Banco de Mexico.
Según datos del organismo financiero, las importaciones de maíz de enero a octubre de 2011 han representado el pago de 2 mil 355 millones de dólares.
Más de 2 mil millones que dejaron de llegar a los bolsillos de los productores nacionales, con serias implicaciones en las economías locales como en los municipios jaliscienses previamente señalados.
Paralelo a lo anterior el diario El Economista publicó que con la exportación de más de un millón de toneladas de maíz, Sudáfrica sufrirá de déficit del grano, que le impedirá satisfacer la demanda de su población.
Ante la preocupante situación del campo mexicano, ninguna autoridad parece tomar cartas en el asunto para que estas importaciones masivas dejen de golpear a los productores nacionales.
Los agricultores afectados refieren que muy posiblemente la importación haya sido motivada por las heladas que sufrió el maíz de Sinaloa y la sequías en los estados de Jalisco, Hidalgo y Zacatecas.
Según datos de Sagarpa las pérdidas fueron de 3 millones 200 mil toneladas valuadas en 9 mil millones de pesos.
Pero en vez de que este déficit fuera cubierto con otros productores nacionales, se importó masivamente un producto sudafricano más barato y de menor calidad.
Un informe realizado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, de la Cámara de diputados de 2004 analiza las importaciones de maíz a 10 años de la firma del Tratado de Libre Comercio.
En dicho documento se refiere que el gobierno mexicano no respeta los topes de importación de maíz, ni adecua los calendarios de importación con el temporal de cosecha.
Lo anterior afecta directamente en los precios del producto pues los agricultores mexicanos no se pueden regir por la oferta y la demanda interna sino por el precio del extranjero.
Y como el maíz importado es transgénico, más resistente a las plagas y por lo tanto más barato, es imposible que los mexicanos compitan con ese precio.
De hecho se estima que alrededor del 80 por ciento de la producción de maíz de esta región está genéticamente alterado.
Autoridades locales rebasadas
Los agricultores del municipio de Poncitlán no ven en las autoridades jaliscienses el mínimo apoyo, aseguran que ni la Sagarpa ni la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado (Seder) han puesto cartas en el asunto.
Reporte Indigo solicitó entrevistas con Juan Antonio González Álvarez, titular de la Sagarpa y el de la Seder Álvaro García Chavez por varias semanas sin recibir respuesta alguna.
De parte de los productores se sabe que la empresa paraestatal Liconsa -dependencia que se dedica a subsidiar a las poblaciones más vulnerables- está tratando de verificar el cumplimiento de los contratos firmados con los productores.
Lo grave del tema es que los maiceros de Jalisco, con sus más de 300 mil toneladas en bodegas y sin comprador, saben que la segunda mitad del año el mercado del maíz es controlado por los productores de Sinaloa por lo que la competencia ahora es doblemente difícil.
En el estado de Sinaloa las situación de la importación ha tenido sino más orden sí más atención.
Ante la inminente amenaza que representa el maíz africano sobre el mexicano, los industriales de dicho Estado en coordinación con su gobernador ya realizan gestiones en las dependencias federales a fin de frenar el ingreso del grano.
Parte de la estrategia de Sinaloa es lograr que se apliquen aranceles a las importaciones, pues se sabe que no existe ningún tipo de tratado de libre comercio con Sudáfrica.
Pero en Jalisco las autoridades abandonaron a su suerte a los productores locales, mientras el maíz se amontona por toneladas en sus bodegas y arrancar una nueva cosecha se vuelve cada vez más caro y difícil.