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El caso que perdió Mancera

El secuestro y crimen de Fernando Martí es un caso emblemático en la trayectoria de Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Siendo procurador de Justicia del Distrito Federal se encargó de armar el expediente a partir del cual encarceló a Lorena González Hernández como una de las principales responsables.

El hoy jefe de Gobierno se confrontó con el entonces secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, respecto a qué grupo criminal había perpetrado el secuestro del joven Martí
Lorena González, ‘La Lore’, abandonó el Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla la madrugada del sábado

El secuestro y crimen de Fernando Martí es un caso emblemático en la trayectoria de Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Siendo procurador de Justicia del Distrito Federal se encargó de armar el expediente a partir del cual encarceló a Lorena González Hernández como una de las principales responsables.

Ahora que la excomandante de la Policía Federal está libre, el fracaso es para el hoy jefe de Gobierno de la Ciudad de México, quien encabezó el armado del proceso judicial con la ayuda de su entonces subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Javier Cerón Martínez y Jesús Jiménez Granados, a quienes terminó destituyendo de su cargo por fallas.

El expediente del secuestro perpetrado el 4 de junio del 2008 integra es voluminoso y contiene testimoniales, operativos, reconstrucciones, careos, pruebas periciales y miles de documentos.

Choque de investigaciones

El hoy jefe de Gobierno se confrontó con el entonces secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, respecto a qué grupo había perpetrado el secuestro del joven Martí.

La Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) al mando de Mancera Espinosa acusó a una banda denominada “La Flor”, cuyo principal líder, Sergio Humberto Ortiz Flores, “El Apá”, fue la cabeza que perpetró el plagio junto con Lorena González “La Lore”.

Mientras que la dependencia de García Luna y su más cercano colaborador,  Luis Cárdenas Palomino, descartaban la investigación de Mancera y aseguraron que la banda responsable del secuestro de Martí fueron “Los Petriciolet”, encabezados por Abel Silva Petriciolet y Noé Robles.

Presentaron entonces a María Elena Ontiveros Mendoza, “La Güera”, como la mujer que participó en el retén a partir del cual se interceptó al joven Martí mientras acudía a la escuela.

En medio de esa maraña de ambas investigaciones, fue encarcelada Lorena González, “La Lore”, a quien Cristian Salmones Flores, escolta de Fernando Martí, reconocía como culpable.

En el año 2009, cuando Genaro García Luna y su equipo presentó su versión y culpables del secuestro de Fernando Martí, el entonces procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, tuvo la presión de defender su investigación.

El padre del joven secuestrado y luego asesinado, el empresario Alejandro Martí, había soltado la frase “si no pueden, renuncien”.

La ruta de las dos “güeras”

Entonces, desde la PGJ del DF se lograron reconstruir versiones de otros sobrevivientes de plagio, que a partir de relatos ministeriales mezclaron personajes de ambas bandas delictivas, “La Flor” y “Los Petriciolet”.

A partir del testimonio de Filadelfo González Altamirano, el chofer de otro joven que fue secuestrado y que sobrevivió a los hechos, la PGJDF vinculó a “La Flor” y “Los Petriciolet”.

El testigo “Fila”, cuya versión está asentada en la averiguación previa FSPI/T3/1005/08/06 D1, refirió que el 27 de febrero de 2008 mientras conducía para llevar al menor Javier Paredes a la escuela, les marcaron el alto en un retén policiaco.

Un grupo de hombres vestidos de policías les ordenó bajar del vehículo y les dijeron que los tenían que acompañar ante el Ministerio Público por un problema.

El 3 de marzo del 2008, Filadelfo fue golpeado por los secuestradores que lo abandonaron en Tlalpan y La Virgen, al sur de la capital, para presionar al empresario Javier Paredes al pago del rescate de su hijo del mismo nombre.

El chofer de Paredes, al  igual que Christian Salmones Flores, escolta de Fernando Martí, logró sobrevivir.

González Altamirano fue quien reconoció a las autoridades a Noé Robles (uno de “Los Petriciolet”) como el encargado de vigilarlo durante sus días de secuestro.

Y también señaló a Sergio Humberto Ortiz “el Apá” (de “La Flor”) como uno de los supuestos policías que les marcó el alto en el retén.

El llamado “Fila” declaró que el inmueble de la calle de Aralia, pueblo de San Pedro Martir, de la delegación Tlalpan, donde trabajaban “Los Petriciolet”, fue el mismo donde él estuvo plagiado por integrantes de “La Flor”.

Libre y con exigencias

Con esas dualidades el caso se mantuvo por años ante juzgado, hasta la madrugada del sábado, que Lorena abandonó el Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla.

El juez 32 Penal del Reclusorio Preventivo Sur ordenó liberar a Lorena y dio un revés al caso que Mancera armó.

La expolicía federal estuvo seis años en la cárcel, señalada directamente por el escolta de Martí que sobrevivió, Christian Salmones Flores, quien luego de acusarla, desapareció.

De su declaración se desprende que el día del secuestro, un falso retén policiaco les marco el alto a la altura de Ciudad Universitaria.

“Una mujer que vestía pantalón de mezclilla deslavado con un chaleco con las siglas AFI, con lentes oscuros y gorra, que tenía el cabello güero, corto y peinado hacia atrás”.

“Después de apagar el motor se acercaron al vehículo unos 15 sujetos; uno se acercó del lado de la ventanilla de Jorge Palma (chofer), también portaba lentes oscuros, gorra y tenía barba y dijo que se trataba de una revisión de vehículos, momento en el que la mujer abrió la puerta del carro y me bajó, comenzándome a revisar.

“No supe más de mí hasta aquí en el hospital, ignorando si hablé o dije algo, siento todo lo que sé respecto a los hechos, asimismo deseo manifestar que no sé qué pudo haber pasado con el señor Palma y con el menor Fernando, que no podría realizar retrato hablado de la mujer que nos indicó el alto en el retén ni de los otros sujetos que estaban con ella”, se consigna en la declaración del escolta Salmones Flores.

De esa polémica mujer, sólo recordó que “era delgada, con la cara afilada y tenía rayos rubios, pero si los tuviera a la vista posiblemente sí los podría reconocer”, declaro.

Luego de seis años de mantener a dos mujeres presas, acusadas por el mismo secuestro, la inconsistencia judicial de “Las dos güeras” se cayó y Lorena González, la mujer del retén que señala la investigación que realizó Mancera, quedó libre.

Una vez en libertad, la expolicía federal exige disculpas a la Procuraduría capitalina que hoy tiene a su cargo Rodolfo Ríos.