Ambulantes, el riesgo para reactivar el comercio
Para evitar un rebrote de coronavirus en la capital del país, es fundamental que se regule el comercio informal en vía pública, ya que muchos de estos trabajadores no siguen las medidas de seguridad para evitar contagios
David MartínezEl comercio ambulante persiste. Muchos de los puestos colocados sobre la avenida Circunvalación, la Merced, así como otros del Centro Histórico de la capital, parecen no estar al tanto de la pandemia y no siguen las medidas de salubridad.
Algunos no tienen gel antibacterial y usan el cubrebocas en la barbilla. Sin cubrir nariz y boca.
En la Ciudad de México 67 por ciento de la población ocupada, de un total de 4 millones 275 mil 110 trabajadores, se encuentra en el sector informal no asalariado
El académico del Departamento de Salud Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Carlos Alberto Pantoja Meléndez, asegura que el comercio informal en vía pública puede ser un foco de contagio en la nueva normalidad por la falta de una regulación y supervisión de las medidas de sana distancia.
Pantoja Meléndez explica que como tal, el problema no son los comerciantes, sino las aglomeraciones de gente que se forman a su alrededor para adquirir productos.
“El comercio ambulante no es el transmisor, el problema son las aglomeraciones. Ejemplo, las quesadillas están cocidas, si el que las prepara tiene las medidas como gel desinfectante y un cubrebocas basta con eso, pero la gente que compra es el verdadero riesgo”, dice.
“Deben de vender, nadie dice que no, pero deben de tener condiciones de higiene. Así se evita el riesgo de contagio mientras las personas ven su mercancía”, señala.
Si se emite una regulación que contemple el uso de pantallas de plástico, cubrebocas y gel antibacterial, puede reducirse el peligro.
En la Ciudad de México 67 por ciento de la población ocupada, de un total de 4 millones 275 mil 110 trabajadores, se encuentra en el sector informal no asalariado, revela la Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE) 2018 que realizó el Inegi.
El documento también indica que el sector informal de la economía representa 22.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a nivel nacional.
Por ello, Pantoja Meléndez señala que el comercio ambulante (actividad del sector informal), no es un problema menor y podría ser un foco rojo en cuanto se vayan retomando las actividades productivas y más porque no están contemplados en el Plan Gradual Hacia la Nueva Normalidad de la Ciudad de México.
“En el Plan Gradual Hacia una Nueva Normalidad yo no vi nada acerca del comercio ambulante, se habla de empresas y de oficinas pero nunca de ambulantaje y creo que hace falta ver ahí qué sucede”, dice.
Un mejor control del comercio en vía pública, añade, será importante para evitar un rebrote de COVID-19 en la capital.
Regreso apresurado a actividades y comercio
La nueva normalidad comenzó muy pronto, ni siquiera esperó a que el semáforo epidemiológico pasara a naranja, asegura el médico internista y especialista en salud de la Universidad La Salle, José Luis Akaki.
Desde el 1 de junio, cuando terminó oficialmente la Jornada Nacional de Sana Distancia, comenzó el regreso escalonado a las actividades con el reinicio de la construcción, la minería, la producción de cerveza y la reapertura de las tiendas de bicicletas.
En esa fecha, en la Ciudad de México habían 25 mil 787 contagios de coronavirus y aún no se daban indicaciones para la transición a semáforo naranja.
Actualmente, con casi 40 mil contagios, se lleva a cabo el periodo de cambio de color.
Sin una disminución significativa de contagios, ni de hospitalizados, no existen condiciones para la reapertura de negocios, explica.
Según el Portal de Datos Abiertos del Gobierno capitalino y las cifras de casos asociados al COVID-19, el número de personas hospitalizadas hasta el 18 de junio era de 3 mil 285. Un ligero decremento desde el 6 de junio cuando se registraron 3 mil 285 casos.
Además, la ocupación hospitalaria de la metrópoli, se mantiene en 70 por ciento. Y según el Plan Gradual Hacia la Nueva Normalidad, hasta que haya una saturación en hospitales menor del 65 por ciento se podía cambiar al color naranja de la epidemia.
Sin embargo, la transición ya comenzó con la apertura del 20 por ciento de las estaciones del transporte público y el regreso de los pequeños negocios.
No se deberían reiniciar las actividades, pero como la crisis económica es grave, se necesitan retomar, asegura Akaki.
En la Ciudad de México se han perdido 197 mil empleos por la pandemia, según datos dados a conocer por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, el 13 de junio durante una conferencia de prensa.
“Es muy probable un rebrote en la ciudad porque aún no está controlada la pandemia”, dice Akaki.
Explica que en este escenario, lo que se puede hacer es que las autoridades supervisen el cumplimiento de los protocolos para evitar contagios en los centros laborales que reinicien operaciones.
Ante un eventual repunte de casos, el Gobierno de la capital ha informado que monitoreará los reportes a través del 911, Locatel y por SMS para tomar las medidas pertinentes y evitar nuevas afectaciones.