Tras las huellas de Hernán Cortés con documental 499
Para conmemorar los 500 años de la caída de Tenochtitlán, Rodrigo Reyes realizó un documental experimental que sigue de cerca los pasos del conquistador. La película 499 hace una reflexión sobre cómo México es ahora una nación con problemas de violencia, género y corrupción, observado por el espectro del español, quien visita el presente en su misma ruta
Hidalgo NeiraEn 1519, en lo que ahora se conoce como México, estaba por comenzar uno de los capítulos más sangrientos que se conozcan. Embarcaciones de españoles provenientes de Cuba y dirigidas por Hernán Cortes tocaron la costa de Cozumel, posteriormente Tabasco y finalmente Veracruz, para después adentrarse hasta la gran ciudad de Tenochtitlán.
El 16 de agosto sucedió este emprendimiento por parte del conquistador español, quien previamente –en teoría– quemó sus naves, y dos años después, logró derribar la ciudadela montada en medio de lagos en un valle; Cuauhtémoc fue aprehendido y empezó el gobierno de la Nueva España.
Cinco siglos han pasado de esta catástrofe sanguinaria, y ahora, otro Conquistador visita desconcertado las costas de Veracruz, pero al llegar no encuentra las arenas de aquella primera visita, en su andar sus botas se topan con una botella de plástico; extrañado la observa, como si fuese un objeto de otro planeta.
Al adentrarse cada vez más al país, que ahora es México, presencia usos y costumbres, vive en carne propia el paso de la violencia, es apresado por policías comunitarios, entre más historias de dolor, descubriendo que ya no es como él lo recordaba.
Con ese planteamiento, Rodrigo Reyes quiso hacer un documental, que resulta experimental, para repensar el México actual y seguir el trayecto de los españoles desde su desembarco, hasta su arribo al ahora Valle de México, el resultado fue 499, cinta que ya tuvo su recorrido por festivales internacionales y ahora repite la ruta de Hernán Cortés y de rodaje, para mostrar la película terminada en los destinos que visitó.
“Es ver cómo a lo largo de 500 años se repiten los ciclos de violencia, pero también hacer algo muy transgresor que para mí tiene mucho sentido, obligar que el poder escuche, que el Conquistador que representa quizá la primera sombra del poder en nuestro país, el ‘coco’ de la historia, tenga que escuchar a las comunidades, a las víctimas de violencia, a los sobrevivientes y tenga que abrirse al mundo”, describe Reyes.
Antes de que la película llegue a las salas comerciales en septiembre de este año, Reyes la compartió con quienes le ayudaron a rodarla; por ejemplo, con el poeta Sixto Cabrera, quien en la cinta le habla al Conquistador en náhuatl a través de sus versos en la comunidad de Soledad Atzompa, Veracruz.
“Al Conquistador yo le hablo en náhuatl de la zona del centro del estado de Veracruz, con la intención de darle su bendición. El Conquistador tiene que cumplir una misión y abogamos por él, para que la Policía Comunitaria, las autodefensas de Soledad Atzompa, lo dejen seguir su camino, porque él es apresado y tiene una misión que cumplir”, abunda Cabrera de este momento de ficción en el documental.
Tanto Cabrera como Reyes coinciden en que 499 busca revalorar lo que es auténtico del país, simplemente. El poeta comenta que son 68 lenguas indígenas las que sobreviven en México y, aproximadamente, ocho están por desaparecer, porque se están acabando los hablantes y las tradiciones orales que las transmiten.
4T: aprovechando el momento
En el contexto de los 500 años de la Conquista de México, el poeta Sixto Cabrera considera que hay una deuda muy grande con las comunidades indígenas y duda que las celebraciones que se tienen planeadas ayude a subsanarlas.
“Creo que sigue siendo lo mismo, y a lo mejor es un poquito peor por muchas razones, no quisiera abundar mucho”, agrega Reyes con reserva, porque en Veracruz han ido desmantelando a policías comunitarios, que son necesarios para combatir al crimen organizado, el cual sobrepasa al Estado.
Para Rodrigo Reyes hay una clara manipulación, no solo por el cambio de nombre de monumentos o sitios, como El árbol de la noche triste que ahora oficialmente se le llama El árbol de la noche victoriosa.
El cineasta aprovecha para ir a las raíces de los problemas de la nación y recordar que los mexicas subyugaban a otras comunidades y que con la Conquista acabó su imperio.
Un llamado a sobrevivir
Tanto el director como el poeta argumentan que las autodefensas se requieren en varios territorios del país, porque el gobierno federal no provee de seguridad a sus ciudadanos y menos a las comunidades indígenas.
“Hay comunidades que están sometidas a violencia, a una corrupción muy marcada, y donde dicen ‘no, ya, tenemos que terminar’. Eso es importante reconocerlo, que viene este fenómeno de un hartazgo muy marcado en muchas zonas rurales de este país, donde o te armas y te defiendes o te fugas y te vas, o te sometes a un sistema de explotación”, enfatiza Rodrigo Reyes.