Nueva vida a Comic Sans

Las personas con conocimientos sobre diseño coinciden: usar Comic Sans como tipografía es una forma segura de que tus clientes no te tomen en serio. Este tipo de letra es tan poco agraciada que hasta existen páginas de Internet abogando por su prohibición.

Pero Craig Rozynski, un diseñador australiano, quiso dar esperanza al legado de Comic Sans y creó una nueva versión para sustituir a la creada en 1994, que originalmente se usaría solo en un juego infantil digital.

Las personas con conocimientos sobre diseño coinciden: usar Comic Sans como tipografía es una forma segura de que tus clientes no te tomen en serio. Este tipo de letra es tan poco agraciada que hasta existen páginas de Internet abogando por su prohibición.

Pero Craig Rozynski, un diseñador australiano, quiso dar esperanza al legado de Comic Sans y creó una nueva versión para sustituir a la creada en 1994, que originalmente se usaría solo en un juego infantil digital.

Se llama Comic Neue y es más delgada y estilizada que la tipografía perteneciente a Microsoft, pero conserva su carácter travieso y desenfadado.

“Comic Sans no fue diseñada para ser el tipo de letra casual más popular del mundo. Comic Neue aspira a ser la elección de todos: incluyendo a los conocedores tipográficos”, explica Rozynski en su sitio Web.

La moderna tipografía está disponible de forma gratuita y en 12 variaciones, combinando las clásicas opciones de negritas e itálicas con la elección de bordes más angulares o una versión ultradelgada.

Para algunos la historia parece una broma, pero es que el disgusto por Comic Sans alcanzó, incluso, al hombre que la diseñó: Even Connare.

“No tenía la intención de que la fuente se usara en aplicaciones que no fueran juegos para niños cuando la inventé”, confiesa en su sitio Web personal. Poco después, expresó a The Wall Street Journal que “no se puede regular el mal gusto”. 

Te puede interesar
DISEñO Un hotel nómada

Un hotel sin dirección, ni ubicación fija… esa es la nueva creación de la empresa debutante Sleeping Around, de Bélgica.

No es un edificio, sino una serie de contenedores de seis metros de largo que se adecuan como cuartos de hotel. 

La razón por la que esta nueva firma decidió fundar este tipo de hotel es darle a los viajeros y curiosos una experiencia única, fuera de todo rincón de la ciudad o sus afueras, en donde tradicionalmente se establecen las cadenas hoteleras.