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Letras proféticas

La ficción se inspira en la realidad y viceversa. Por ello, la literatura se ha vuelto un espejo de la humanidad.

En el caso de la revista Charlie Hebdo y su publicación más reciente, la ilustración y las letras de humor negro se convirtieron en la manera perfecta de rendir tributo a las víctimas, con un toque bélico indirecto.

"No cedamos ante el miedo y la resignación (...) Es la única respuesta posible”
Laurent ‘Riss’ SourisseauDirector de Charlie Hebdo
“Ellos tienen armas. Que se jodan, nosotros tenemos la champaña”
Charlie Hebdo

La ficción se inspira en la realidad y viceversa. Por ello, la literatura se ha vuelto un espejo de la humanidad.

En el caso de la revista Charlie Hebdo y su publicación más reciente, la ilustración y las letras de humor negro se convirtieron en la manera perfecta de rendir tributo a las víctimas, con un toque bélico indirecto.

Pero también hay narrativa y ficción que ha plasmado la realidad casi a manera de presagio. Ese es el caso de la novela “Soumission” de Michel Houellebecq, en la que se recrea a una Europa que deja la religión por el patriotismo, para nuevamente acogerse en la creencia.

Lo que plasmaron la imaginación y las páginas de Houellebecq pareciera que se hizo realidad con los atentados yihadistas en París. En la obra, Michel imagina a un musulmán al frente del Palacio del Elíseo en el año 2022.

Houellebecq dice que su novela es “todo salvo islamófoba, y racista aún menos. Espero que consigamos salir de ahí”. En enero de este año, Houellebecq canceló la promoción de su libro a raíz de los ataques a Charlie Hebdo, pues en ellos falleció su amigo Bernard Maris. 

Desde entonces, Michel siempre va escoltado por policías, ya que esto es parte de “las consecuencias de imaginar –a partir de hechos reales– una Francia al borde de la guerra civil y una sociedad presa del miedo. Son los frutos de recrear una Europa que se deshizo de la religión para abrazarse al patriotismo para acabar, de nuevo, arropándose con la religión”, publica El Mundo.

Por otro lado está “París 2041”, novela del argentino Ezequiel Szafir que también fue publicada este año. En la narrativa, Europa está dividida y adormecida cuando cae en manos de dictadores fascistas, luego de pasar por años de radicalismo islámico y depresión económica. 

Extraña y curiosamente profética, la novela de Szafir “recuerda, en este libro oportuno para una Europa expuesta a tantos fanatismos contrapuestos, que nadie vale por lo que cree, sino por lo que hace”, tal como comentó en mayo de este año el escritor español Lorenzo Silva.

No todo estaba perdonado 

Sea o no ficción profética, a publicaciones como Charlie Hebdo nada las detiene. Ni siquiera el horror y la muerte que vivió este satírico semanario tras ser atacado el 7 de enero de este año, cuando tiradores entraron en sus instalaciones en París en una aparente represalia por una publicación de Mahoma, lanzada por el semanario de humor gráfico. 

En dicho atentado fallecieron 12 personas y cuatro fueron gravemente heridas.

Al siguiente número tras el ataque, la revista publicó en la portada una caricatura de Mahoma con una lágrima –sosteniendo el letrero con la insignia que se hizo viral “Je Suis Charlie”– y la leyenda “Todo está perdonado”. Ese ejemplar superó las 7 millones de unidades impresas. 

Antes de ello, el tiraje de Charlie Hebdo era de 60 mil unidades semanales.

Y esta semana en el ejemplar más reciente –publicado el martes en línea y hoy en la versión impresa– se muestra claramente que no piensa bajar el tono en sus ediciones, y que apoya tanto a Francia como al resto de víctimas que han muerto a causa del Estado Islámico. 

En la portada aparece la caricatura de un hombre que bebe champaña sin tristeza alguna, mientras que la bebida sale de agujeros –de balazos– en el cuerpo.

Su objetivo es demostrar que la violencia y la lamentable muerte de víctimas no le quita lo “francesa” a Francia, al beber las copas y disfrutar de la vida. El homenaje a las víctimas con este toque de humor se hizo viral en redes sociales.

El gráfico firmado por “Coco” es una representación cruda –y original– de los ataques sucedidos el viernes 13 de noviembre en lugares relacionados al ocio y el entretenimiento, tales como el teatro “Le Bataclan”, el Estadio de Francia, así como bares y restaurantes. En los hechos fallecieron al menos 129 personas.

“Imaginábamos que a los atentados de enero seguirían otros. Esperábamos, resignados, que nos cayera sobre la cabeza, como una espada de Damocles”, indica el dibujante y actual director de la publicación, Laurent Sourisseau (conocido también bajo el seudónimo de Riss), en el editorial que se publicó hoy.

Riss incita “a no ceder ni al miedo ni a la resignación (…). Es la única respuesta posible”. Y en su escrito también se insta a que se genera nuevamente el debate sobre el Islam, “convertido desde hace 20 años en un campo de batalla donde los radicales quieren exterminar a los no creyentes y someter a la fuerza a los moderados”. 

Francia contraataca

Estallan las redes sociales

 

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