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Cocina ‘a la vampiro’

Sal, pimienta, curry... son solo algunos de los ingredientes que se vienen a la mente cuando se habla de sazonar platillos. Sin embargo, hay un nuevo producto estrella para darle sabor a la comida: sangre.

Algunos la llaman “cocina vampírica”, pero nada tiene que ver con esos seres inmortales chupasangre, sino con una tendencia gastronómica de punta.

De acuerdo a El Mundo, el chef Ángel León sorprendió al utilizar la sangre de peces sin tener que matarlos, durante una ponencia en Cádiz.

Sal, pimienta, curry… son solo algunos de los ingredientes que se vienen a la mente cuando se habla de sazonar platillos. Sin embargo, hay un nuevo producto estrella para darle sabor a la comida: sangre.

Algunos la llaman “cocina vampírica”, pero nada tiene que ver con esos seres inmortales chupasangre, sino con una tendencia gastronómica de punta.

De acuerdo a El Mundo, el chef Ángel León sorprendió al utilizar la sangre de peces sin tener que matarlos, durante una ponencia en Cádiz.

León aseguró que “la idea es hacer un civet puro (salsa) con la sangre del mar”. Y que, junto a su padre que es hematólogo, ha investigado cómo evitar que la sangre coagule y ha calculado la cantidad exacta de sangre que se le debe extraer al pez sin que éste fallezca. 

“Es algo un poco vampírico”, dijo Ángel.

Pero León no es el único chef que ha incluido sangre en sus platillos. Cada vez son más los cocineros de todo el mundo que recurren a este ingrediente que inclusive se ha utilizado en distintas culturas a lo largo de la historia.

Si se le quita el detalle de película de terror, es una de las mejores opciones para la gastronomía.

La sangre es “un excelente espesante, siempre que no se haya congelado”, dice en la revista Bon Appétit Jamie Bissonnette del restaurante “Toro”, en Boston, quien prepara una especie de salchicha con el 40 por ciento de sangre.

“Mantiene los costos de la comida bajos si puedes encontrar maneras de usar el cachete, la cola, la oreja, la médula… y la sangre (del cerdo)”, puntualiza Jamie.

Mientras que Alex Stupak, del “Empellon” de Nueva York,  añade sangre a su masa casera para rehidratar sus tortillas.

Más allá de la morcilla, comer con una salsa a base de sangre todavía es un poco arriesgado para ciertos comensales. “Si pones sangre en un menú, todavía es increíblemente difícil de vender (…) por lo que cualquier restaurantero que diga que el o ella vende más salsa de sangre que carne estará mintiendo”, indica Stupak. 

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