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Nosotros los listos

Se dice que las personas inteligentes duermen poco, tienen mal carácter, son perfeccionistas y hasta obsesivas. Pero todo esto podrían ser señales de una mejor salud.

Y es que los “listos” se cuidan más y toman mejores decisiones en su vida, por predisposición genética.

Así lo apuntaron los resultados de una investigación a cargo de la Universidad de Edimburgo y que contó con la participación de 100 mil voluntarios que fueron analizados.

Genéticamente, los listos tienen variables que los protegen de enfermedades, pero son más propensos a trastornos mentales como autismo y bipolaridad
“Este estudio apoya la teoría de que aquellos con mejor salud son más propensos a tener niveles más altos de inteligencia” 
Dr. Saskia HagenaarsUniversidad de Edimburgo

Se dice que las personas inteligentes duermen poco, tienen mal carácter, son perfeccionistas y hasta obsesivas. Pero todo esto podrían ser señales de una mejor salud.

Y es que los “listos” se cuidan más y toman mejores decisiones en su vida, por predisposición genética.

Así lo apuntaron los resultados de una investigación a cargo de la Universidad de Edimburgo y que contó con la participación de 100 mil voluntarios que fueron analizados.

Esta investigación a cargo de los científicos Saskia Hagenaars y Stuart Ritchie indicó que variables genéticas son la diferencia en la inteligencia de algunas personas. E inclusive, esas variables protegen a los listos de distintas enfermedades.

De hecho, en el estudio que fue publicado en la revista científica Molecular Science, se demostró que los voluntarios que participaron tuvieron mejores resultados en ejercicios de memoria, tiempo de reacción y razonamiento verbal. A su vez, presentaron menos relación a nivel genético con padecimientos como diabetes, Alzheimer, presión alta o mala salud en términos generales.

Sin embargo, no todo es color de rosa para quienes tienen mejores calificaciones y mayor coeficiente intelectual, ya que la investigación de Hagenaars y Ritchie también reveló que los inteligentes tienen mayor propensión a trastornos mentales como esquizofrenia, bipolaridad y autismo.

Y es que, “además las influencias genéticas compartidas entre habilidades cognitivas y estados de salud, el estudio también encontró que las habilidades cognitivas están relacionadas con el tamaño del cerebro, la forma del cuerpo y el nivel de estudios”, mencionó Ian Deary, investigador de la Universidad de Edimburgo.

En el pasado, se creía que el estado socioeconómico determinaba la salud y el desarrollo del intelecto de las personas, pero los resultados de esta investigación demostraron que la información genética también influye y de manera determinante.

Pero también se sabe que la salud no depende en su totalidad de la genética, así que es importante tomar en cuenta factores como educación y calidad de vida, así como alimentación y hábitos de sueño para contribuir en el desarrollo de la salud mental.

Sanos, pero solos

No se trata de los clichés y estereotipos sobre el chico o la chica nerd que se sienta a comer sola durante el receso en la escuela.

Y es que los inteligentes prefieren relacionarse menos con las personas, por lo que tienen menos amigos.

De acuerdo a una investigación publicada en la revista científica British Journal of Psychology, los listos se sienten menos “felices” o cómodos cuando pasan mucho tiempo con los amigos.

Esta investigación sugiere que los seres humanos siguen viviendo como sus antepasados. Ya que el modo de vida de los cazadores “y recolectores es lo que nos hacía feliz entonces y, probablemente, lo que todavía aumenta nuestra satisfacción con la vida”, señalaron Satoshi Kanazawa y Norman Li, psicólogos y autores del estudio.

Para esta investigación se analizaron 15 mil encuestas aplicadas a personas de entre 18 y 28 años de edad.

Entre los resultados también encontraron que quienes viven en lugares muy poblados tienen menor satisfacción de vida, esto debido a que los ancestros vivían en pequeñas comunidades, las cuales no pasaban los 150 habitantes. Por ello, los grupos grandes hacen que algunas personas se sientan inquietas o incómodas.

Las personas con mayor coeficiente intelectual se sienten incómodas cuando se encuentran en lugares muy poblados o con mucho ruido (como las fiestas), y tienden a relacionarse con grupos pequeños y pocos amigos. Son reservadas y hasta enigmáticas, según los expertos.

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