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El nuevo renacimiento de Disney

Así como la pintura tuvo su auge durante el periodo llamado Renacimiento, Disney tuvo una época en la que las cintas se convirtieron en historias de culto, con personajes entrañables, producciones nominadas a lo mejor del cine y canciones que dieron vida a musicales de Broadway.

El éxitos del renacimiento de Disney fue tal que estudios como 20th Century Fox abrieron divisiones y departamentos de animación para competirles

Así como la pintura tuvo su auge durante el periodo llamado Renacimiento, Disney tuvo una época en la que las cintas se convirtieron en historias de culto, con personajes entrañables, producciones nominadas a lo mejor del cine y canciones que dieron vida a musicales de Broadway.

A pesar de que el Renacimiento de Disney comprende de 1989 a 1999, las cintas, historias y personajes de esa época hoy son el motor de nuevas producciones y adaptaciones en formato de live-action. Películas como “La bella y la bestia”, “Dumbo”, “Mulán”, “Pinocho” y “Winnie the Pooh” cobrarán vida en la pantalla grande, para conquistar a nuevas generaciones y reforzar los lazos que tienen con sus fieles espectadores de década anteriores.

Entre adaptaciones de los llamados Clásicos animados y las versiones de la vida real de las películas del Renacimiento, Disney ha dado pie a una nueva época que fusiona el maravilloso y ya exitoso mundo de la compañía, junto con la magia y la innovación de la tecnología.

A 20 años de “Toy Story”, la compañía y distribuidora se inclina hacia el origen (sus filmes clásicos y renacentistas), y no apunta a historias originales o elementos extravagantes, hechos por computadora. Sino que integra lo mejor de la tecnología para ver a una Bestia de carne y hueso bailar junto a una Bella encarnada por Emma Watson. Y busca el mejor candidato para personificar a Pinocho, el un muñeco de madera que sueña con ser un niño de verdad.

Recordar es volver a vivir y Disney lo sabe. Entre los títulos confirmados y que ya se encuentran en producción están: “Dumbo” de Tim Burton, “Pinocho” de Guillermo del Toro, “La bella y la bestia” de Bill Condon, así como “Mulán” y “Winnie the Pooh”. Las cintas  “Maléfica” (2014) y “La cenicienta” (2015) también forman parte de este nuevo Renacimiento de Disney.

De los Clásicos al Renacimiento

En 1937, Disney marcó una nueva era del cine con “Blancanieves y los siete enanos”, su primer largometraje animado. 

Este fue el primer filme que se incluía en los llamados Clásicos de Disney. Sí, esos clásicos animados que crecieron junto a generaciones, y que inclusive siguen siendo el referente de la compañía y sus producciones. También son el éxito probado de una fórmula que a la fecha sigue vigente.

“Pinocho”, “El libro de la selva”, “La cenicienta”, “Fantasía”, “Dumbo”, “Bambi”, “Fantasía”, “La bella durmiente” y “La dama y el vagabundo” son algunos ejemplos de títulos que forman parte del periodo de Clásicos.

Sin embargo, al acercarse los 60, llegaron películas que ya no se quedaron de manera intrínseca en la memoria de los espectadores, a nivel masivo. No eran malas cintas o producciones carentes del “sello Disney”, pero no tenían el encanto de los primeros clásicos.

Y es que tras la muerte de Walt Disney, en 1966, el enfoque principal de la compañía se había ido a los parques temáticos (en Los Ángeles y Orlando), por lo que su animación se inclinó hacia cintas más triviales. Ejemplo de ello son las producciones que llegaron en los 70 y principios de los 80. Entre las que destacan “Bernardo y Bianca” y “El zorro y el sabueso”.

El artista, productor y director Don Hahn, dijo en alguna ocasión que en aquella época había mucho talento, “pero estábamos estancados. No creo que la gente sabía qué hacer. Se había atrofiado (la magia)”.

Al morir Disney, la chispa parecía ir desapareciendo entre el temor de que la compañía podía venderse por partes. Roy E. Disney, hermano del famoso Walt, le dio la dirección de la compañía a Michael Eisner, quien fungió como el presidente ejecutivo de la misma hasta el 2005.

Actualmente Robert “Bob” Allen Iger es el CEO de este imperio del entretenimiento.

Pero la voz de un cangrejo y la perseverancia de una sirena cambiaron por completo el rumbo de la compañía, y el declive se convirtió en el inicio de una nueva era: el Renacimiento de Disney.

En 1989 llegó a la pantalla grande “La Sirenita”, película que disparó este periodo en el que Disney lanzó una película por año (a excepción de 1993). Todas las cintas que forman parte de esta etapa de Disney están consideradas obras maestras del cine animado.

“La Sirenita” fue un éxito rotundo en la taquilla y dio la pauta una especie de subgénero del Renacimiento y el cine de animación: las Princesas de Disney. La obstinada Ariel es la primera de las princesas que a lo largo de casi medio siglo han dominado taquillas, anaqueles y corazones alrededor del mundo. 

Un año después llegó “Bernardo y Bianca: en Cangurolandia”, la primera secuela de Disney, que tuvo un mejor desempeño en taquilla, comparando con el de la primera entrega, “Bernardo y Bianca”.

En 1991, “La bella y la bestia” se convirtió en la primera película animada nominada al Oscar a Mejor Película, compitiendo contra historias protagonizadas por personajes de carne y hueso, tales como “El silencio de los inocentes”, “JFK” y “Bugsy”. De hecho, este musical de amor está considerado una película de culto.

El Renacimiento ya estaba completamente posicionado en la mente del público, el mercado y la cultura pop.

Y a partir de ese año, se crearon personajes entrañables, historias clásicas, canciones y bandas sonoras icónicas, así como películas que hoy son el guión de cintas que se producen en pleno año 2015, para ser estrenadas hasta dentro de dos o más años.

En 1992 llegó “Aladino” con el Genio más carismático que hay. Le siguió “El rey león” en 1994, que era el mayor éxito en taquilla en la historia de Disney, hasta que llegó “Frozen”. La trágica historia en la que Mufasa muere a manos de su hermano Scar recaudó 739 millones 915 mil 300 dólares en la taquilla de Estados Unidos, mientras que la cinta sobre el entrañable y “frío” amor entre hermanas obtuvo 407 millones 039 mil 600 dólares, en dicho país. Ambas cifras están ajustadas a la inflación.

“Pocahontas”, en 1995, “El jorobado de Notre Dame” (1996), “Hércules” 1997, “Mulán” (1998), y “Tarzán” (1999), son las cintas que también forman parte de este periodo de Disney.

El fin del Renacimiento llegó con “Las locuras del Emperador”, “Lilo y Stitch” y “Hermano oso”. Y el declive de Disney se dio con la llegada de la animación tridimensional, y con películas como “Chicken Little”. 

Por otro lado, el éxito de películas como “Shrek”, de Dreamworks, fue un golpe duro contra Disney y su identidad. Así, la compañía le apostó de nuevo a sus princesas y el dibujo animado, dando vida a “La princesa y el sapo” y “Enredados”. 

Pero, sin duda, la jugada maestra fue la inteligente decisión de traer “a la vida real” las historias sobre los Clásicos animados, junto con las del Renacimiento. La clave está no solo en la nostalgia, sino en la integración de elementos hechos por computadora. 

Después de todo, si algo sabe hacer Disney es magia.  

Una era sin igual

El éxito del Renacimiento fue tal que otros estudios y distribuidoras cinematográficas intentaron replicar su fórmula. 

De hecho compañías como 20th Century Fox, crearon departamentos de animación (Fox Animation). También se establecieron las divisiones de animación de Warner Bros., Turner Feature Animation, entre otros.

Aunque tuvieron su despunte en la taquilla mundial, ni “Anastasia” de Fox, o “El príncipe de Egipto” de Dreamworks lograron imitar la fórmula renacentista de Disney.

Y es que las producciones del famoso y rentable periodo de la compañía fundada por Walt Disney en 1923 también gozan de efectos visuales y especiales animados icónicos, sin precedentes.

Por ello, el resultado es una producción de primera, con elencos que compiten con los de carne y hueso, y bandas sonoras que han marcado el campo de la musicalización en Hollywood.

De la pantalla grande al musical

El Renacimiento también fue una etapa cuyas películas se convirtieron en grandes y exitosos musicales de Broadway. Este periodo que comprende desde los 80 y proliferó en los 90 dio vida a cintas que se colaron en los Oscares, sobre todo si se toma en cuenta que los temas principales siempre figuraron en la categoría de Mejor Canción Original. 

La música es un elemento primordial para pisar Broadway, así como personajes con los que se pueda identificar el público, y el Renacimiento de Disney fue experto en dichos elementos.

Así llegaron las obras musicales de “La sirenita”, “El rey león” y “La bella y la bestia”, que hoy son estrellas de la puesta en escena musical. 

Recordar es volver a vivir

El cine animado no es el único que le apuesta a la nostalgia y las adaptaciones de éxitos y fórmulas ya probadas. El palomero, catártico, criticado, odiado y amado cine de acción también tiene la mira puesta sobre los reboots.

Prueba de ello es que este 2015, llegarán a la pantalla grande una nueva entrega de “Terminator”, “Jurassic Park” y el primero de los nuevos episodios de la franquicia que Disney le compró a George Lucas, y que se ha convertido en un referente de la historia del entretenimiento: “Star wars”.

Y es que la nostalgia y el apego hacia las películas y los personajes de los 80 y 90 es tal que los hijos de los millennials perfectamente podrán identificar quién es E.T. y probablemente canten el tema de “Jurassic Park”.

George Lucas es un genio del cine de ciencia ficción, los efectos especiales y del entretenimiento en todo su esplendor, la saga de “Star wars” no tiene comparación y, pese a que fue vendida a la compañía del ratón más famoso, solo bastó ver las reacciones hacia el trailer de “Star Wars: Episode VII – The Force Awakens” la semana pasada, para corroborar que este producto seguirá siendo rentable aquí y en todas las galaxias.

Esta nueva era galáctica comienza con el episodio a cargo de J.J. Abrams, cuyo estreno está programado para el 18 de diciembre de este año.

En 1984, tan visionario como Lucas, James Cameron se encargó de lanzar una cinta sobre el cyborg que cualquiera reconoce: “The Terminator”. Este verano, Alan Taylor es el director de una nueva cinta sobre la máquina cuyas frases como “Hasta la vista, baby” siguen repitiéndose en todo el mundo.

“Terminator Génesis”, título para Latinoamérica de esta entrega, nuevamente cuenta con la participación de Arnold Schwarzenegger.

En 1993, Steven Spielberg se “autodenominó” el culpable de que todos puedan tararear el tema principal de su obra maestra “Jurassic Park” (compuesto por John Williams), y es el responsable de que cualquiera relacione a un T-Rex con el temblar de una gelatina.

Industrial Light & Magic produjo efectos especiales envidiables, logrando posicionar a esta franquicia en los más altos peldaños del cine de ciencia ficción.

En junio de este año, los dinosaurios llegarán colmados de refinados efectos visuales y especiales en “Jurassic world”, dirigida por Colin Trevorrow.

Al igual que el trailer de “Star wars”, el avance cinematográfico de esta cinta mueve las fibras más sensibles de los amantes del cine, y el piano característico del tema principal causa uno de los efectos más nostálgicos y conmovedores que hay.

Con bandas sonoras icónicas, efectos que marcaron el “nuevo cine” en su momento, y personajes que forjaron la escuela de los actuales, estas nuevas versiones, secuelas y adaptaciones solo demuestran que la revolución en el cine de acción, así como en el animado, se dio hace más de 30 años, se reforzó hace dos décadas y seguirá siendo la base para el séptimo arte durante, por lo menos, los próximos 15 o 20 años.

‘Be our guest’

“¡No puedo esperar para que usted sea nuestro invitado!”, comentó Josh Gad, quien dará vida a Le Fou en la versión live-action de “La bella y la bestia”. En la selfie aparecen también Dan Stevens (Bestia), Emma Watson (Bella), Luke Evans (Gastón), y Kevin Kline (Maurice). La cinta está programada para estrenarse el 17 de marzo de 2017.

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