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La vida empieza a los 80

Con 80 años de vida recién cumplidos, Gerardo Cantú no deja de divertirse en su faceta de creador. 

La pasión que el maestro en activo, pintor, dibujante y muralista ha desbordado a lo largo de más de seis décadas de carrera artística es inagotable. 

Al igual que su férreo compromiso con el arte y la promoción cultural de los artistas regiomontanos. 

"La obra de Gerardo Cantú es una ventana a sus fantasías, a sus vivencias, a sus deseos, pasiones y divertimentos"
Sofía GamboaInvestigadora y curadora
"Cantú es un enamorado del amor y de la belleza, su obra desborda erotismo y sensualidad en encuentros de caricias y de besos hurtados"
Gerardo Cantú planea convertir su casa en un museo, “para los jóvenes esencialmente, para que se animen a sentir, a apreciar el arte”
"Gerardo Cantú ha mantenido desde hace décadas una postura intensa ante la vida, de compromiso con el arte y promoción cultural de los artistas locales"
Elvira Lozano de Todd Directora de la Pinacoteca de Nuevo León
"Ante todo es un hombre incansable e inquieto"
"Una creación, cuando es creación, siempre es moderna"
Gerardo Cantú Pintor, muralista y dibujante
"Quisiera coleccionar hasta mujeres pero a veces resulta difícil"
"Siento que nací para ser viejo, para hacer muchas cosas a esta edad"
Gerardo CantúPintor, muralista y dibujante
http://youtu.be/N2OZXRAzsHM

Con 80 años de vida recién cumplidos, Gerardo Cantú no deja de divertirse en su faceta de creador. 

La pasión que el maestro en activo, pintor, dibujante y muralista ha desbordado a lo largo de más de seis décadas de carrera artística es inagotable. 

Al igual que su férreo compromiso con el arte y la promoción cultural de los artistas regiomontanos. 

Como lo describió Elvira Lozano de Todd, Directora de la Pinacoteca de Nuevo León, en su discurso de inauguración de la exposición-homenaje “La pintura nuestra de cada día”, que se realizó este miércoles en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario, con motivo del 80 aniversario de vida de Cantú y sus más de 60 años dedicados a la producción plástica y a la promoción de la cultura: 

“Gerardo Cantú ha mantenido desde hace décadas una postura intensa ante la vida (…) Ante todo es un hombre incansable e inquieto, por lo que en esta exhibición se incluyen sus instalaciones, que no había presentado anteriormente en su carrera artística y que son ejemplos de su permanente curiosidad y creatividad por la búsqueda y experimentación plástica”. 

La exposición-homenaje “La pintura nuestra de cada día” es organizada por el Gobierno del Estado de Nuevo León a través del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE) y la Pinacoteca de Nuevo León, con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).

En palabras de Todd, se trata de un “gran homenaje a uno de nuestros artistas más emblemáticos, prolíficos y de gran presencia en las artes visuales a nivel estatal y nacional (…)”.

La muestra, curada por Sofía Gamboa, doctora en historia del arte y docente e investigadora en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), reúne obras que recorren la evolución artística de Gerardo, cuya colección es representativa de todas las técnicas que domina: dibujo, grabado, pintura de caballete y muralismo. 

Bodegones, naturalezas muertas, paisajes, retratos, autorretratos, amor, erotismo y la mujer son algunos de los temas que abarca la selección de más de un centenar de obras, que datan de los años 50 hasta la actualidad. 

En su discurso de presentación de “La pintura nuestra de cada día”, Gamboa, quien también está a cargo de un documental y un libro sobre la vida y obra del símbolo del arte regiomontano, expresó que “la sublimidad en el paisaje, la belleza de lo cotidiano, lo extraordinario de lo simple y lo profundamente dramático de un solo instante estallan en matices sobre lienzos de distintas épocas deambuladas por su autor”. 

“Su obra posee la identidad de una región y de una nación pero es, a la vez, entrañablemente  internacional”, destacó.

Durante la ceremonia, y en reconocimiento a la trayectoria del también promotor cultural, Cantú recibió, en manos de Katzir Meza, presidente de CONARTE, la Presea Pinacoteca Nuevo León, que se otorga a figuras destacadas en el ámbito artístico, cultural, histórico y social. 

La muestra se exhibe en la planta baja de la Sala Permanente y Temporal, y planta alta de Sala Acristalada de la Pinacoteca de Nuevo León, en el interior del Colegio Civil Centro Cultural Universitario. Y permanecerá hasta marzo de 2015. 

Su esencia sigue intacta

En “La pintura nuestra de cada día”, el público podrá apreciar, por primera vez, la faceta de Cantú en el rubro de la instalación. 

Pero para el artista, la instalación “no es de ahora, sino desde que yo tenía 15, 20 años”, dijo en exclusiva para Reporte Indigo. 

“Hago colección de cosas bellas, objetos. Quisiera coleccionar hasta mujeres pero a veces resulta difícil”, comentó. “Y entonces las pongo en mi casa, y parecen como parte decorativa de una casa, pero siempre estuve jugando con ellas. Las quitaba y las ponía. Como los antiguos primitivos ponían una piedra y luego ponían otra encima y la volvían una escultura. Y luego ponían una tercera y ya era algo muy sofisticado”. 

Al maestro le enamoran los objetos “por su color, su materia, madera, hierro. Y también las muchas manos que las han tocado. Y hacer un juego con ellas. Yo las hago como si dibujara”. 

Aclaró que se trata, finalmente, de otro género. Uno con el que no pretende dejar de disfrutar su trabajo como creador artístico.  “No es pintar, hacer un grabado o un mural. Es jugar con algunos objetos. Es en esa diversión, es una aventura que quiero jugar con la misma gente”. 

Fiel al valor, identidad y sensibilidad de su obra, en donde la crítica social es una constante, el creador plástico enfatizó que no ha dejado de ser quién es. Y no tiene las intenciones de hacerlo. 

Su plástica ha evolucionado en las últimas seis décadas, sí, pero el muralista no se ha perdido en el camino. Ha conservado su esencia. El trabajo del pintor no consiste en regresar al pasado ni viajar al futuro. Porque, simple y sencillamente, Cantú hace “de todo”. 

“Hago pintura mural. Grabo. Pintura de caballete. Mosaicos, otras técnicas. No es que ahora yo haya cambiado. Yo soy del mismo de siempre. Y lo seguiré siendo”, dijo. “Por eso es que yo no me siento como andar saltando para ser más moderno. Siempre he sido moderno, desde que me inicié. Porque tuve esa experiencia y esa razón de que una creación, cuando es creación, siempre es moderna”. Cantú no se detiene. 

 “Siento que nací para ser viejo, para hacer muchas cosas a esta edad”, expresó el emblemático artista durante su participación en la conferencia de inauguración de “La pintura nuestra de cada día”. 

De hecho, Gerardo Cantú tiene otro proyecto entre manos. Se trata de su hogar, que convertirá en museo, al que donará su obra. “Es para la comunidad regiomontana. Para los jóvenes esencialmente, para que se animen a sentir, a apreciar el arte, y no solamente la pintura, sino la música, la literatura, el teatro”, comentó. 

Porque no hay mejor lugar para conservar su obra que en casa.   “En vez de donarlo a una institución que lo va a tener guardado no sé cuánto tiempo. Mejor mi casa, y toda mi colección se la dono a los jóvenes de Monterrey (…) esto no se vende. Ni a mis hijos les dejo que se venda. Ni se los doy a mis hijos. Se los doy con la voluntad de que la gente joven aprenda cada día a ser más feliz”. 

Y no hay mejor legado para las nuevas generaciones que la cultura. 

“Tenemos que acercar más a la gente joven hacia el arte, es el mejor regalo que le podemos hacer”, señaló Cantú. 

Las artes plásticas siguen estando en la mira del artista. “Ahora seguiré pintando”, afirmó. A partir de hoy, “no sigue nada especial” de Gerardo Cantú. “O más bien”, aclaró, “todo es especial”. Sus lienzos seguirán cobrando vida “hasta donde yo me pueda estirar”. 

De las minas a los bastidores

Pero hablar de Gerardo Cantú es hablar de un espíritu creativo, libre. El artista nació en Nueva Rosita, Coahuila, en el año 1934. 

Creció en una zona minera, es el menor de 10 hijos y se distingue por su buen humor. A los ocho años se mudó con su madre y sus hermanos a Monterrey, tras la muerte de su padre.

En 1950 ingresó a la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Nuevo León. También estudió en la Ciudad de México, en Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. El apasionado del dibujo fue becado por la Academia Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Carolina de Praga y, antes de regresar a Nuevo León, trabajó en talleres de litografía en metal, en París.

A su paso por la Ciudad de México conoció a figuras como Diego Rivera y Lázaro Cárdenas.

Se casó con la escritora cubana Marinés Medero, con quien tuvo tres hijos. Medero fue su biógrafa y compañera de vida hasta que falleció en 2009.

El apasionado del dibujo y coleccionista por excelencia ha realizado más de 300 exposiciones de manera individual y colectiva, en distintos países.

Gerardo Cantú ha expuesto en museos y galerías de diferentes ciudades de la República Mexicana, así como en recintos de países como Francia, Brasil, Cuba, Paraguay, Argentina, República Checa, España, Estados Unidos, Puerto Rico y la India.

Honor a quien honor merece

Gerardo Cantú ha recibido distintos reconocimientos a lo largo de sus más de 60 años de trayectoria. Entre ellos están el Primer Premio Regional, Galeria Arte A.C., en 1958, el Premio de Pintura en Arte A.C. en 1969, en el Salón de la Plástica Mexicana de la Ciudad de México en 1964 y en 1970. Así como la Estampa de la Ciudad de México en 1975. Además, se le otorgó un reconocimiento por su carrera por el Gobierno del Estado de Chihuahua, en 2006. Y en el 2010, se le entregó un reconocimiento por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Museo José Luis Cuevas.

Su obra mural se encuentra, de manera permanente, en la Pinacoteca de Nuevo León de CONARTE, y en el Paseo Santa Lucía en Monterrey.

Un homenaje, distintas dimensiones

El libro acerca de Gerardo Cantú, editado por CONARTE, es producto de un trabajo de investigación de la obra y formación del artista a cargo de la curadora Sofía Gamboa. La publicación también cuenta con textos de Abraham Nuncio, director del Centro de Estudios Parlamentarios de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), y del escritor José Luis Alcubilla. Se espera que el libro sobre el talentoso espíritu creativo de Cantú esté disponible en la Pinacoteca en dos semanas. Y se está realizando un documental acerca de su vida y trayectoria. 

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