Tintori a la carga
Lilian Tintori denunció el martes al presidente de Venezuela Nicolás Maduro por crímenes de lesa humanidad.
Ante la Corte Penal Internacional, la esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, también acusó a Maduro por supuestas violaciones a los derechos humanos.
Andrea Montes RenaudLa CPI es un organismo judicial internacional con jurisdicción sobre casos de genocidio, crímenes de lesa humanidad, de guerra y de agresión
Para los opositores de Maduro es crucial que este proceso se alcance antes del 10 de enero del 2017
Estamos en la Corte Penal Internacional (CPI), en La Haya, introduciendo la denuncia formal a Nicolás Maduro por violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad en los años 2014, 2015 y 2016”
Lilian Tintori denunció el martes al presidente de Venezuela Nicolás Maduro por crímenes de lesa humanidad.
Ante la Corte Penal Internacional, la esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, también acusó a Maduro por supuestas violaciones a los derechos humanos.
“Estamos en la Corte Penal Internacional (CPI), en La Haya, introduciendo la denuncia formal a Nicolás Maduro por violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad en los años 2014, 2015 y 2016”, dijo Tintori, en un video en su cuenta de Twitter.
Tintori dijo que entregó un informe a la Corte sobre “las torturas contra los presos políticos”, además de pruebas sobre “el hostigamiento, la persecución a partidos políticos de la oposición por pensar distinto”.
En 2014, López fue encarcelado acusado de encender una ola de protestas antigubernamentales que dejaron al menos 42 muertos.
El presidente Maduro ha asegurado que López, como una veintena de otros políticos que cumplen condenas, es un criminal que intentó derrocarlo por la vía violenta.
Recientemente López perdió una apelación a la sentencia de servir 13 años en una cárcel militar.
Ayer, Tintori, junto con Patricia Gutiérrez de Ceballos –esposa de Daniel Ceballos– fue desalojada a empujones por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana de la sede principal del Consejo Nacional Electoral, en Caracas, a donde intentaron ingresar.
“En el recinto la orden de Nicolás Maduro fue sacarnos a la fuerza, con empujones y manotazos”, tuiteó Tintori.
Desde hace más de ocho meses que Venezuela se encuentra sumida en una crisis económica, política e institucional.
Aunque muchos atribuyen el origen de la situación a la caída de los precios del petróleo a principios de este año, y a que Venezuela está pagando su dependencia al oro negro -que representa el 96 por ciento de las divisas del país- lo cierto es que el manejo de la escasez de alimentos y medicinas ha sido dramático.
Falta casi el 80 por ciento de los productos básicos, y la población se ve obligada a hacer varias horas de fila para tratar de comprar cualquier alimento.
De acuerdo con un estudio publicado el 23 de agosto por el Observatorio Venezolano de la Salud, junto con la Universidad Central de Venezuela, la escasez ya afecta al 81 por ciento del material médico-quirúrgico y al 76 por ciento de los medicamentos esenciales para el tratamiento de los pacientes en los hospitales públicos.
Así que las protestas contra Maduro no sólo no han cesado, se intensifican cada día.
Tras el éxito de la marcha histórica del pasado jueves 1 de septiembre, al que asistieron cerca de un millón de personas, los miembros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) han venido incrementado la presión sobre Maduro para exigir que un referendo revocatorio sea celebrado este año.
Por su parte, el presidente ya ordenó la destitución de los funcionarios públicos que firmaron la petición de su revocación, anunciando en una lista los nombres de las personas que expresaron públicamente su proximidad a la derecha venezolana y que participaron en el proceso de activación del referendo.
“Ningún puesto dentro de los ministerios, las instituciones públicas, gobiernos locales y municipios puede ser ocupado por personas que están en contra de la revolución y del presidente Nicolás Maduro”, expresó un comunicado.
El anuncio fue hecho mientras que la oposición y las ONG denunciaron decenas de detenciones arbitrarias y violaciones a los derechos humanos.
Elecciones antes del 2017
El objetivo fue anunciado desde hace varios meses: quienes se oponen al sucesor de Hugo Chávez quieren un referendo para desplazarlo antes del 2017.
En abril, la autoridad electoral (CNE) permitió a los oponentes recolectar firmas para iniciar el proceso, para lo que se requiere un mínimo de 195 mil iniciales, o el 1 por ciento del electorado.
Esto se logró en pocos días y la oposición –mayoría en el Parlamento desde las elecciones de diciembre del 2015– entregó 1.85 millones de firmas a favor del referéndum.
A principios de agosto, la autoridad electoral –de mayoría chavista y acusada por la oposición de ser controlada por el gobierno– estuvo de acuerdo con la propuesta de la celebración de nuevas elecciones; es la cuestión de la fecha de su celebración la que está en el corazón de las protestas, ¿será en el 2016 o en el 2017?
Y es que, para los opositores de Maduro es crucial que este proceso se alcance antes del 10 de enero del 2017.
Si las elecciones se tienen antes de esa fecha, y se coronan con éxito, Venezuela tendría nuevas elecciones. Pero si se tienen después de esa fecha, y el presidente es revocado, Maduro podrá ser sustituido por su vicepresidente. Esto habría sido una lucha en vano para la oposición. Y es ahí a donde Venezuela se dirige.
El calendario presentado en agosto por el CNE hace, de hecho, imposible realizar un referéndum antes de que finalice el año. La oposición acusa ahora a la autoridad electoral de servir a los intereses del gobierno por frenar el proceso.
La oposición venezolana realizará una protesta de 24 horas el miércoles de la próxima semana para volver a reclamar un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, anunció este miércoles uno de sus principales líderes.
“El 14 de septiembre habrá una movilización nacional. Una jornada de 24 horas de protestas. Hasta que no haya anuncios formales (sobre la consulta), el pueblo seguirá movilizándose”, advirtió el dirigente opositor, Henrique Capriles.
