Lukashenko, bajo la mira internacional por detenciones
A dos días de la detención del opositor bielorruso Roman Protasevich por órdenes del presidente Aleksandr Lukashenko, se espera que las condenas de diferentes líderes internacionales provoquen que el jefe de Estado no sólo aclare la situación, sino que libere al joven periodista
Fernanda MuñozAleksandr Lukashenko lo volvió a hacer. Su gobierno tiene a un opositor menos, a nos ser de que su régimen se vea obligado a solucionar la situación y le dé libertad a Roman Protasevich, uno de sus más grandes críticos.
El pasado domingo, Protasevich fue detenido en el aeropuerto de Minsk, capital de Bielorrusia, luego de que el avión en el que viajaba desde Grecia hacia Lituania aterrizara de emergencia por una “potencial amenaza a la seguridad” de los pasajeros.
Horas después de que se diera a conocer esta noticia, fueron diferentes los líderes internacionales quienes exigieron una explicación clara por parte del gobierno de Lukashenko.
Entre esas voces apareció Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; Gitanas Nauseda, presidente de Lituania; Josep Borrell, representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad; y Antony Blinken, secretario de estado de los Estados Unidos.
“Estados Unidos condena enérgicamente el desvío forzoso de un vuelo entre dos estados miembros de la Unión Europea (Grecia y Lituania) y el posterior arresto del periodista Roman Protasevich”, declaró Blinken a través de un comunicado, detallando que coordinaría una respuesta con sus socios, incluidos funcionarios del bloque europeo.
Ante esto, el maestro Eduardo Palacios Cabrera, miembro del Centro de Estudios de Países post-soviéticos y del Centro de Estudios sobre Eurasia, asegura que las represalias realmente no podrían representar nada que no se hubiera visto antes.
Hasta el momento, ha sido la Unión Europea la que ha dado a conocer que, entre sus sanciones, ampliará la la lista de dirigentes bielorrusos que tienen prohibida la entrada a países europeos, así como la congelación de sus bienes.
Además, se espera que por parte de la Organización Internacional de la Aviación Civil (ICAO) se realice una investigación urgente para aclarar las razones del desvío del avión en Minsk; en general, “represalias que no creo que tengan mayores consecuencias políticas para Lukashenko”, dice Palacios Cabrera.
De acuerdo con el también especialista en Relaciones Internacionales y Seguridad Internacional de la Federación Rusa, la poca afectación que pudiera recibir Lukashenko sería porque el presidente tiene todo el respaldo del gobierno de Vladimir Putin.
Por otra parte, de quien se espera un golpe no tan fuerte hacia Bielorrusia es de China, un país que, aunque no le ha dado un respaldo total al régimen bielorruso como Rusia, considera a Bielorrusia como un buen aliado al representar un puente comercial entre Asia y Europa.
En ese sentido, se espera que aún se dé a conocer la postura del presidente Xi-Jinping ante lo sucedido en Minsk, para así analizar si su golpe estará más inclinado a las represalias de los países de Occidente o hará caso omiso.
El silencio del régimen de Lukashenko
Hasta el momento, aún no se ha difundido una declaración por parte del presidente Aleksandr Lukashenko respecto a la detención de Roman Protasevich, ni mucho menos sobre las represalias que éste podría recibir, sobre todo al estar dentro de la lista de personas involucradas en actividades terroristas en Bielorrusia.
Para el maestro Palacios Cabrera, esa declaración podría darse a conocer hasta que el gobierno bielorruso haya recibido acusaciones formales por parte de los países que se han manifestado en contra de sus actos.
“Mientras no se le presione, la verdad es que a Aleksandr no le conviene que se siga hablando más del tema; entonces, si no lo obligan a hablar, él no lo va a hacer (…) En caso de que lo haga va a mantener la misma línea que ha mantenido desde que comenzaron las protestas tras su reelección”, dice el maestro.
En agosto pasado, en Bielorrusia se registraron múltiples marchas en contra de la sexta reelección del jefe de Estado. Se cree que la mayoría de estas manifestaciones fueron orquestadas por Roman Protasevich, a través de su portal Nexta Live.
Respecto a ellas, Lukashenko ha afirmado que son una amenaza para la paz, la seguridad y la integridad de su pueblo, una postura que podría repetir a corto plazo, pero en este caso enfocándose en Protasevich.
“Considero que van a enviar un expediente en el que se va a decir que la información que Roman transmitía, así como el llamado a las protestas, incitaban a amenazar la seguridad del Estado de Bielorrusia, y que por lo tanto es una amenaza que debe ser combatida, además de que es una persona que ha cometido crímenes que debe responder ante la justicia”, añade Cabrera.
Bajo ese panorama, se cree que el máximo castigo que reciba el joven opositor sea la prisión, a menos de que las acciones por parte de la comunidad internacional se apliquen de manera urgente.