Los venezolanos más vulnerables
Mujeres, menores de edad, personas mayores e indígenas son la población más afectada por la falta de alimentos y medicamentos en Venezuela. La primera causa de muerte en los niños y adolescentes son los homicidios, mientras las personas mayores mueren durante robos
Mariana RecamierLas personas que son discriminadas históricamente en todo el mundo también son las más vulnerables en Venezuela. Mujeres, niños, adolescentes, personas mayores e indígenas sufren un impacto mayor y diferenciado en sus derechos humanos en este país.
Esta fue una de las conclusiones de “Institucionalidad democrática, estado de derecho y derechos humanos en Venezuela”, tercer informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la situación en el país sudamericano.
En el reporte se citan los diferentes problemas que sufren los venezolanos, pero en el caso de los sectores de la población mencionados destacan tres aspectos: violencia, alimentación y salud. Estos grupos son los que ocupan los índices más altos de homicidios, quienes sufren desnutrición y tienen consecuencias más graves por no recibir atención médica.
Las personas que pertenecen a estos sectores son asesinadas como parte de la crisis de violencia e inseguridad que hay en el país desde hace varios años.
Venezuela es el “segundo país más violento del mundo”, según el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
De acuerdo al estudio de la CIDH, los niños y adolescentes son los más afectados por la violencia. Los homicidios son la primera causa de muerte en los venezolanos más jóvenes, principalmente en las zonas más pobres.
En este sentido, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) indica que la tasa de homicidios en adolescentes venezolanos es una de las más altas de América Latina y afecta principalmente a los hombres.
La violencia contra mujeres en Venezuela también es alarmante. Según los datos disponibles del ministerio público venezolano, durante el 2015 se registraron 121 femicidios, mientras que en el 2016 se registraron 122.
No obstante, las cifras contrastan con la información publicada en medios de información y recabada por organizaciones de la sociedad civil. En 2015, un informe del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) indicó que 516 mujeres fueron asesinadas durante los primeros 166 días del año, mientras que el Comité de Familiares de las Víctimas (COFAVIC) registró 353 mujeres asesinadas, de las cuales 15 por ciento eran menores de edad. Las cifras no coinciden, aunque también se tiene que considerar que los informes de las organizaciones no aclaran si sus registros se refieren a feminicidios u homicidios de mujeres.
La personas mayores también son asesinadas en el contexto de la inseguridad ciudadana. Según el informe de la comisión, entre enero de 2016 y marzo de 2017, se registró la muerte de 448 adultos mayores, de los cuales 276 casos fueron homicidios y 172 homicidios culposos. Además, entre 2016 y 2017, en un periodo de 15 meses, 168 personas mayores fueron asesinadas por robo.
Indígenas sin alimentos
Venezuela actualmente sufre escasez y desabastecimiento de alimentos. El gobierno venezolano ha reconocido que enfrenta una grave situación alimentaria y la atribuye, entre otras razones, a la disminución de ingresos petroleros.
Aunque la situación de alimentos afecta a toda la población venezolana, el impacto es mayor en ciertos grupos, por ejemplo, un monitoreo realizado en 40 albergues para personas adultas mayores del estado de Miranda evidenció que estas perdían en promedio de 2 kilos mensuales debido a una escasa alimentación. Respecto a este problema, uno de los sectores más afectados por la falta de alimentos en Venezuela son los indígenas. Caritas identificó que el estado de Zulia, zona caracterizada por ser territorio de pueblos indígenas muy pobres y de población desplazada del conflicto armado, tenía mayor prevalencia de desnutrición crónica en menores de cinco años, además de ser el estado con la diversidad de dieta más deficiente.
La situación llegó a ser tan grave para los indigenas que en 2016 miembros de distintas comunidades warao se vieron obligados a alimentarse durante dos meses sólo con mangos. Esto debido a que no tenían acceso a alimentos y no podían viajar a otros lugares para conseguirlos.
Frente a este panorama, el gobierno venezolano ha adoptado medidas como la creación de los CLAP, organizaciones comunitarias que tienen como objetivo principal la distribución casa por casa de productos alimenticios regulados de primera necesidad. No obstante, estos apoyos casi nunca llegan hasta las comunidades indígenas.
También en el tema de la alimentación, los niños son un sector muy afectado. Según el informe, en abril de 2017, el 54 por ciento de niños y niñas menores de cinco años en cuatro estados de Venezuela tuvo un déficit nutricional, el porcentaje aumentó al 68 por ciento en agosto.
Las mujeres se encuentran en la misma situación. De acuerdo a asociaciones promotoras de sus derechos, estas deben invertir entre ocho y catorce horas semanales en filas para adquirir los productos regulados por el gobierno. Durante el tiempo de espera, las venezolanas están expuestas a la violencia e inseguridad.
La malnutrición también afecta a las mujeres, especialmente durante el embarazo y la lactancia. Debido a estas circunstancias, muchas decidieron someterse a operaciones de esterilización.
Sin medicamentos indispensables
La escasez y desabastecimiento de medicamentos, insumos, material y tratamiento médico en Venezuela cada vez es más grave. De acuerdo al informe, en la actualidad existe un 90 por ciento de escasez de medicinas e insumos a nivel nacional.
A esto se suma que hay un colapso en la infraestructura hospitalaria en todo el país porque el 50 por ciento de quirófanos están inactivos y el 80 por ciento de servicios de diagnóstico no funcionan, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Hospitales.
Estas condiciones en la atención médica se llevan las vidas de los sectores más vulnerables. En 2017, el Ministerio del Poder Popular para la Salud publicó sus boletines de 2016. Estos documentos arrojaron que los principales afectados de las deficiencias en la atención médica son los niños y las mujeres.
En los boletines se registraron 11 mil 466 muertes infantiles, lo que significó un aumento del 30.12 por ciento en relación al 2015. Además, los reportes mencionan que 756 mujeres murieron durante el parto, de manera que la mortalidad materna se incrementó en 65.79 por ciento con respecto del año anterior. Después de que esta información fue pública, la entonces Ministra del Poder Popular para la Salud, Antonieta Caporale, fue destituida.
Las personas adultas mayores también se han visto afectadas por la crisis del sistema de salud. En octubre de 2016, existía una escasez de medicamentos para la diabetes arterial y la hipertensión insulinodependiente, principales causas de morbilidad de los adultos mayores, equivalente al 90.13 por ciento y 95.98 por ciento respectivamente.
De acuerdo a información recibida por la CIDH, entre enero de 2016 y marzo de 2017, murieron dos adultos mayores por no recibir sus medicamentos y cinco por negligencias médicas.
Este estudio de la CIDH demuestra que hay ciertos sectores de la población venezolana que están muriendo debido a la falta de alimentos y medicamentos. Estos grupos de personas son los mismos que pierden su vida por el contexto de violencia e inseguridad.