Estudiará el Vaticano aceptar a padres casados
Debido a la escasez de religiosos en la Amazonia, diferentes obispos se reunirán en octubre próximo para analizar si aceptan o no que hombres con una familia representen la palabra de Dios
Indigo StaffEste año puede ser decisivo para la Iglesia católica, pues del 6 al 26 de octubre, se llevará a cabo el Sínodo de Obispos sobre la Amazonia, en la que diferentes representantes religiosos entablarán conversaciones, junto al papa Francisco, sobre las posibilidades de aceptar que otros cristianos puedan reflejar a Dios, a pesar de estar casados y con familia.
“El celibato es un don para la Iglesia. Se pide que, para las zonas más remotas de la región (del Amazonia), se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan una familia constituida y estable”, compartió el Vaticano a través del texto titulado “Amazonia: Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.
Los religiosos se reunirán este año para enfrentar la escasez de representantes que se registra en la Amazonia, la cual comprende Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, donde casi el 70 por ciento de las comunidades de la región no tienen acceso a la Iglesia de manera frecuente.
De acuerdo con el texto compartido por el Vaticano, se busca, además, que los indígenas prediquen desde un profundo conocimiento de su cultura y de su lengua la palabra del señor, con el fin de que ésta se expanda aún más entre todas las comunidades que carecen de ella.
En el documento publicado se señala también que se escuchará la voz de las mujeres para que sean consultadas y participen en las tomas de decisiones, y puedan así contribuir con su sensibilidad a la sinodalidad eclesial. “Que la Iglesia acoja cada vez más el estilo femenino de actuar y de comprender los acontecimientos”.
Al final del sínodo, en octubre 26, los obispos se pronunciarán sobre varios artículos del documento final, que luego será remitido al Papa, quien decidirá si convierte el acuerdo en una exhortación apostólica.