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Shale desplaza a la OPEP

El precio del petróleo ha perdido más del 20 por ciento de su valor desde junio. La nueva coyuntura de bajos precios de crudo pone en evidencia la reconfiguración del mercado energético global. 

Ed Morse, director global de Investigación de Materias Primas en Citigroup, argumenta que la revolución shale de Estados Unidos amenaza la influencia que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) posee sobre el precio global del crudo.

El precio del petróleo ha perdido más del 20 por ciento de su valor desde junio. La nueva coyuntura de bajos precios de crudo pone en evidencia la reconfiguración del mercado energético global. 

Ed Morse, director global de Investigación de Materias Primas en Citigroup, argumenta que la revolución shale de Estados Unidos amenaza la influencia que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) posee sobre el precio global del crudo.

La producción petrolera de Estados Unidos creció un 60 por ciento desde el 2008, es decir 3 millones de barriles diarios adicionales. 

Aunado a una débil demanda global en Europa y China, la sobreproducción de petróleo presiona el precio a la baja. 

Esto incentiva una guerra de precios que vuelve difícil la coordinación entre los miembros de la OPEP. Además, una baja en el precio del petróleo es consecuente con una baja en los costos de producción de shale, dice Harold Hamm, director general de Continental Resources, firma pionera del fracking. 

Según la consultora IHS Research, el punto de equilibrio promedio de un desarrollo de shale pasó de 70 dólares en 2013 a 57 dólares este año. 

Cambio de estrategia

La OPEP se fundó para fortalecer la posición negociadora de sus miembros frente a las grandes firmas energéticas, predominantemente anglosajonas. 

La Administración de Información Energética de EU estima que la OPEP es responsable de un tercio de la producción mundial de petróleo.

Durante la crisis global del 2008, con el crudo debajo del umbral de los 35 dólares, la OPEP se coordinó eficientemente para evitar una caída aún más profunda en el precio. 

Arabia Saudita, líder de la OPEP, recortó dramáticamente su oferta para mantener el precio a flote. 

Este año su reacción frente a la baja en el precio del crudo fue diferente. Para mantener participación de mercado, Saudi Aramco, la petrolera estatal de Arabia Saudita, dejó caer el precio al mantener su producción estable. 

Venezuela, que enfrenta una crisis de finanzas públicas, intentó insatisfactoriamente convocar a una reunión extraordinaria de la OPEP para revertir la política y llamar a un recorte a la producción.  

Irán, quien siguió la tendencia marcada por Arabia Saudita, calificó la petición venezolana como innecesaria.  

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