Se tambalea la segunda licitación

Los resultados de la primera licitación de la reforma energética estuvieron debajo de las expectativas del gobierno mexicano. La segunda licitación, qué es de extracción y no de exploración, tampoco promete mucho.

El número de compañías de la segunda fase de la Ronda Uno se redujo en relación a los participantes de la primera licitación cuando se inscribieron un total de 34 firmas. Ahora, para el concurso donde se licitarán cinco bloques de aguas someras con reservas probadas, sólo hay 25 empresas inscritas. La apertura de propuestas, donde no se espera que todas las firmas inscritas realicen una oferta dado el precedente de la primera convocatoria, se celebrará el 30 de septiembre.

Entre las empresas participantes destacan Chevron, la china CNOOC, BG Group y la mexicana Petrobal, firma de Alberto Baillères que es dirigida por Carlos Morales Gil, antigua cabeza de Pemex Exploración y Producción.

Expertos de la industria explican que la baja en los precios del petróleo no figuran como el único factor que está limitando el interés de las primeras convocatorias de la Ronda Uno. Consideran que Pemex se quedó con los campos de mayor atractivo geológico en la Ronda Cero, dándole acceso a 83 por ciento de las reservas probadas y probables (20.6 mil millones de barriles de crudo equivalente).

Asimismo, la tercera licitación de la Ronda Uno, que se celebrará en diciembre de este año, tampoco tiene un panorama positivo. En esta convocatoria se licitarán 26 áreas terrestres, notablemente recursos no convencionales como gas shale. Cabe destacar que este tipo de recursos son los más vulnerables a la actual coyuntura de bajos precios de los energéticos.

La promesa de la reforma

A pesar de que la extracción de petróleo está garantizada para la segunda convocatoria, el interés de la reforma energética que dio origen al Mexican Moment se encuentra a la espera de mejores ofertas.

La cuarta convocatoria de la Ronda Uno, cuya fecha no ha sido definida pero se espera que se realice a principios de 2016, ha despertado el apetito de las grandes firmas energéticas globales.

Pemex, que no ha declarado si participará en la segunda y tercera convocatoria de la Ronda Uno, ya hizo público su interés por esta licitación de aguas profundas.

La exploración y producción presenta un rango de costos que van desde los 40 hasta los 80 dólares por barril de crudo producido, de acuerdo a la consultora Boston Consulting Group. Esto ofrece una ventaja competitiva a las grandes firmas energéticas, las cuáles cuentan con experiencia en zonas de difícil acceso (incluido el lado americano del Golfo de México) y recursos financieros para el desarrollo de este tipo de campos.

Una de las prioridades de la reforma energética ha sido la de revertir la tendencia a la baja de la producción petrolera del país, de cuyos ingresos aún depende alrededor de un tercio del presupuesto federal. 

En el 2004, México producía diariamente 3.4 millones de barriles de petróleo. Actualmente, la cifra se ha reducido a 2.2 millones de barriles de crudo. Analistas argumentan que la mayoría de la actual producción petrolera del país proviene de campos maduros.

Sin embargo, la cuarta licitación de la Ronda Uno, representa la gran promesa de la reforma energética. Las aguas profundas del lado mexicano del Golfo de México son consideradas por expertos de la industria como una de las reservas sin explorar de gas y petróleo más grandes del mundo.

Firmas de la talla de Royal Dutch Shell, BP, ExxonMobil, Chevron y Total esperan competir para asociarse con Pemex y desarrollar los 30 mil millones de barriles de crudo equivalente (estimaciones de Boston Consulting Group) de las aguas profundas mexicanas.

Pemex, que presenta constantes pérdidas trimestrales y ha recortado su presupuesto a raíz del programa de austeridad del gobierno, podrá compartir el riesgo y tener acceso a capital de las firmas extranjeras para explotar los campos de la cuarta licitación.

Oceanografía regresa

Después de más de 21 meses de estar inhabilitada para trabajar con dependencias públicas, la prestadora de servicios petroleros Oceanografía podrá de nuevo realizar contratos con Petróleos Mexicanos.

Esto después de que un tribunal en Coatzacoalcos, Veracruz otorgará en definitiva un amparo en contra de la inhabilitación impuesta por un presunto fraude que llevó a la compañía a declararse en concurso mercantil, del cual salió apenas en mayo.

De tal modo, Oceanografía queda completamente rehabilitada para continuar ofreciendo servicios de arrendamiento de embarcaciones y mantenimiento de plataformas petroleras, aunque con una flota muy reducida en comparación a la que tenía antes de que comenzaran sus problemas Amado Yañez, el ex director ejecutivo de la empresa, se encuentra sujeto a un proceso penal en la investigación que llevan a cabo las autoridades por el presunto fraude. 

Mientras tanto, acreedores de Oceanografía como Banamex, el Instituto Mexicano del Seguro Social y la misma Pemex siguen acusando que la empresa les debe dinero.

El concurso mercantil de Oceanografía, que data desde abril del 2014, tiene como raíz un presunto fraude millonario en contra de Banamex, involucrando al menos 400 millones de dólares en préstamos incobrables respaldados por contratos ficticios con Pemex.

Aunque los problemas de la empresa Oceanografía parecen estar terminando, los de las personas involucradas en el fraude están muy lejos de terminar.