Mujeres hablantes de lengua indígena, en la pobreza
Uno de los sectores más vulnerables de la sociedad mexicana son las mujeres indígenas. Diversos estudios comprueban que ellas tienen menores probabilidades de “hacerse de ventajas económicas”
María Fernanda NavarroNacer mujer, ser hablante de lengua indigena y vivir en una zona rural del país es casi sinónimo de pobreza.
En México el 83.5 por ciento de las mujeres hablantes de lengua indigena que viven en zonas rurales se encuentran en situación de pobreza y de ese universo 43.4 por ciento están en la pobreza extrema, de acuerdo con las estimaciones de pobreza multidimensional 2018- 2020 elaboradas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Los resultados del Coneval revelan que de 2018 a 2020 hubo una disminución de 2.3 por ciento de las mujeres hablantes de lengua indigena en zonas rurales en situación de pobreza.
Pese a esta disminución, es notable el contraste con el índice de pobreza de las mujeres no hablantes de lenguas indígenas que viven en zonas urbanas, entre las cuales 39.2 viven en estas condiciones y de ese universo 5.4 por ciento se encuentran en pobreza extrema.
El porcentaje de hombres de lengua indigena en zonas rurales en situación de pobreza también es muy elevado, pero menor que el de las mujeres con estas características étnicas. El informe señala que en 2020, 81.7 por ciento de los varones indígenas se encontraban en situación de pobreza, de los cuales 38.8 por ciento presentaba circunstancias de pobreza extrema.
El informe elaborado por el Coneval apunta que las personas en situación de pobreza tienen un ingreso inferior al valor de la canasta alimentaria más la no alimentaria, es decir, tres mil 740.41 pesos en el ámbito urbano y dos mil 636.95 en el rural. En tanto que las personas que se encuentran en el sector de pobreza extrema tienen un ingreso menor a mil 793.40 en las zonas urbanas y mil 370.74 en las zonas rurales, además de presentar al menos tres carencias sociales.
Diversos estudios advierten de las condiciones de vulnerabilidad y desigualdad en las que vive la población indígena en México, pero en 2019 el estudio “Por mi Raza Hablará la Desigualdad” elaborado por OXFAM, señaló que las personas hablantes de lenguas indígenas tienen menores probabilidades de “hacerse de ventajas económicas”.
“Entre quienes hablan lenguas indígenas, más de la mitad (63.9 por ciento) pertenece al quintil económico más bajo, mientras que solo 2.9 por ciento se ubica en el más alto. En contraste, el porcentaje de personas ubicadas en el quintil más bajo disminuye a 31.3 por ciento entre las personas cuyos padres hablan lenguas indígenas, y a 15.2 por ciento para los no hablantes”, explica OXFAM en dicho estudio.
Además señala que en México mantener la lengua materna indígena, en lugar de ser un recurso cultural y lingüístico valorado socialmente, se asocia con desventajas en el acceso a las oportunidades educativas, ocupacionales y económicas.
En torno al nivel de escolaridad se advierte que las mujeres que hablan lenguas indígenas tienen un riesgo de no concluir la educación primaria 370 por ciento mayor que las mujeres no hablantes.
En ese sentido, OXFAM afirma que en el país se deben integrar políticas públicas para detener prácticas discriminatorias actuales, pero también debe resarcir las desventajas creadas históricamente por siglos de procesos discriminatorios como el despojo territorial, maltrato, segregación, trabas institucionales, y expresiones públicas de desprecio hacia las personas pertenecientes a pueblos indígenas, afrodescendientes, o con tono oscuro de piel u otros rasgos físicos que las vinculan socialmente a los orígenes indígenas.
Aumento de la pobreza de mujeres hablantes de lengua indigena
Además de señalar los índices de pobreza de diferentes sectores de la sociedad mexicana, entre ellos el de las mujeres hablantes de lengua indigena que viven en zonas rurales, uno de los elementos más sobresalientes del estudio de Coneval es que advierte que el porcentaje de la población en situación de pobreza a nivel nacional aumentó.
El porcentaje de personas en pobreza pasó de 41.9 a 43.9 por ciento entre 2018 y 2020, lo que significa un incremento de 51.9 a 55.7 millones de personas en estas circunstancias.
El número de personas en pobreza extrema también registró un aumento en ese mismo periodo de hasta 2.1 millones, al pasar de 8.7 a 10.8 millones de personas, es decir, de siete a 8.5 por ciento de la población total.
Bajo este panorama el Coneval advierte que la emergencia sanitaria por el COVID-19 ha profundizado los desafíos que enfrenta la política de desarrollo social en todos los ámbitos, principalmente en el ingreso, salud, educación y alimentación de la población mexicana.