Peso: en caída libre
Desde que el peso fue vuelto a denominar después de la crisis económica de 1994-1995, la divisa no había registrado un periodo de volatilidad de esta magnitud. Durante la jornada de ayer, el tipo de cambio rebasó la barrera de los 22 pesos por dólar, alcanzando un máximo histórico.
Rodrigo Carbajal
Desde que el peso fue vuelto a denominar después de la crisis económica de 1994-1995, la divisa no había registrado un periodo de volatilidad de esta magnitud. Durante la jornada de ayer, el tipo de cambio rebasó la barrera de los 22 pesos por dólar, alcanzando un máximo histórico.
Pese a que el Banco de México intervino la semana pasada en el mercado cambiario con la venta de 2 mil millones de dólares de las reservas internacionales, la trayectoria de depreciación del peso frente al dólar siguió su curso. En lo que va del año, la moneda mexicana ha perdido el 5.7 por ciento de su valor frente al dólar.
Los pronunciamientos públicos del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, respecto a la aplicación de aranceles a los productos de exportación de México, son citados como el motor de los movimientos en el tipo de cambio en el corto plazo.
Peso: altamente reactivo
A mediados del año pasado, el mercado volvió evidente la condición de activo de cobertura del peso mexicano. Los altos niveles de liquidez de la divisa, la octava más operada a nivel global y la moneda emergente más intercambiada en el mundo, lo convirtieron en un termómetro de riesgo global.
Cuando Reino Unido tomó la decisión de salir de la Unión Europea, el peso perdió 7.1 por ciento de su valor frente al dólar. Posteriormente, la divisa mexicana se convirtió en una medición del proceso electoral estadounidense. La noche en que se confirmó el triunfo de Donald Trump, el peso se depreció 8.6 por ciento en relación a la moneda estadounidense.
Ahora, la volatilidad de la divisa mexicana está reflejando la percepción del mercado respecto a la probabilidad de que se concreten las medidas proteccionistas de Donald Trump, entre las que se incluyen la imposición de un arancel de 35 por ciento a las exportaciones de México y la cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Sin embargo, el deterioro del nivel del tipo de cambio no responde exclusivamente a las posibilidades de la agenda de Trump que atañen a México. La economía mexicana se encuentra en una condición crítica que, exentado el periodo de la crisis global, no se había visto desde 1994.
La debilidad de los fundamentos fiscales del país, la inflación incipiente, el bajo crecimiento, la ampliación del déficit de cuenta corriente y, de acuerdo al Instituto Peterson de Economía Internacional, el inminente riesgo político que representa Andrés Manuel López Obrador, se conjugan para dar lugar a un escenario inusualmente adverso.
Considerando los niveles de liquidez del peso mexicano y su facilidad para ser desechado por los inversionistas, el espiral de depreciación del peso frente al dólar, que en los últimos dos años alcanza 49.15 por ciento, difícilmente puede ser catalogado como un evento inesperado.
En diciembre, la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, elevó, por segunda vez desde el 2008, su tasa de interés de referencia desde niveles cercanos a cero. Esto representa la inauguración de un ciclo de contracción monetaria cuyo efecto inmediato es la repatriación de capitales hacia Estados Unidos, particularmente desde economías emergentes.
Según el Instituto de Finanzas Internacionales, los mercados emergentes presentaron salidas netas de capital por 25.8 mil millones de dólares en el cuarto trimestre del 2016.
México, que cuenta con laxos controles de capital, es altamente susceptible a las alzas en los tipos de interés en Estados Unidos.
Vector, una institución financiera que se ha caracterizado por el pesimismo de sus pronósticos, espera que el tipo de cambio cierre en 22.30 pesos por dólar al final del 2017.
México y Estados Unidos: dos lecturas
Ray Dalio, el fundador del fondo de cobertura más grande del mundo, argumentó a finales del año pasado que la mayor ventaja de la administración de Donald Trump es que contará con la oportunidad de despertar “los espíritus animales” del mercado.
A una semana de que Trump tome posesión como presidente de Estados Unidos, la lectura de Dalio, presidente de Bridgewater Associates, se ha convertido en una profecía auto cumplida: el efecto psicológico de las promesas de política económica de Trump han cambiado la dinámica que caracterizó a la narrativa de estancamiento económico del periodo posterior a la crisis global de 2008.
El martes, el Banco Mundial publicó su reporte de perspectivas económicas para 2017. El organismo resalta dos aspectos. El primero, que los recortes de impuestos corporativos propuestos por Trump podrían dinamizar a la economía global. El Banco Mundial es el segundo organismo multilateral en hacer público su visto bueno a las políticas pro crecimiento de Trump, sumándose a las proyecciones optimistas de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) respecto de la economía estadounidense.
El segundo señalamiento relevante del reporte de perspectivas económicas del Banco Mundial es la reducción de un punto porcentual de la expectativa de crecimiento de la economía mexicana para 2017. Se espera que el producto interno bruto de México se expanda a una tasa de 1.8 por ciento, debajo de su tendencia de crecimiento de largo plazo.
La dependencia de México en relación a la economía estadounidense pasó de ser un activo para la economía mexicana a ser un punto de vulnerabilidad. El consenso de analistas coincide en que el hecho de que el dinamismo económico en Estados Unidos no se refleje en mejores perspectivas de crecimiento para México reside en el discurso proteccionista de Donald Trump.
No obstante, esta consideración es, a juicio de Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, un factor que está siendo subestimado por el mercado.
En cambio, para México, el factor proteccionista representa el eje central del incremento en la percepción de riesgo de impago de los activos mexicanos, así como de la depreciación del peso frente al dólar.
Efectos por volatilidad
22.04 pesos por dólar es el nivel del tipo de cambio alcanzado durante la jornada de ayer
22.30 pesos por dólar es el nivel del tipo de cambio esperado para final de año, de acuerdo a las proyecciones de Vector
5.7% se ha depreciado el peso frente al dólar en lo que va del año
49.15% se ha depreciado el peso frente al dólar en los últimos dos años
2,000 millones de dólares fueron vendidos por Banco de México en el mercado cambiario la semana pasada, medida que no detuvo la tendencia de depreciación del peso
25,800 millones de dólares fueron las salidas netas de capital de los mercados emergentes en el cuarto trimestre del 2016