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El otro cártel del Pacífico

Los puertos mexicanos del océano Pacífico se han convertido en una puerta por la que entran jugosos negocios.

La apertura comercial con el gigante asiático ha propiciado la entrada masiva de productos chinos.

Pero hay otro mercado que no es legal y que genera cientos de millones de dólares.

Y esta tendencia se ha acentuado con el paso del tiempo.

Mientras crece el intercambio, aumentó también el contrabando de drogas o ingredientes utilizados para preparar estupefacientes sintéticos de gran demanda en los mercados internacionales.

Ye Gon, nacido en Shanghái y naturalizado mexicano, operó entre el 2002 y el 2004 una empresa farmacéutica llamada Unimed Pharm Chem México. Como parte de sus operaciones fue autorizada para importar toneladas de diversas sustancias controladas, entre ellas la pseudoefedrina y efedrina
Procuradores y agentes estadounidenses han propuesto que Ye Gon formó parte de una red de tráfico y lavado de dinero que incluyó la participación del Cártel de Sinaloa
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Los puertos mexicanos del océano Pacífico se han convertido en una puerta por la que entran jugosos negocios.

La apertura comercial con el gigante asiático ha propiciado la entrada masiva de productos chinos.

Pero hay otro mercado que no es legal y que genera cientos de millones de dólares.

Y esta tendencia se ha acentuado con el paso del tiempo.

Mientras crece el intercambio, aumentó también el contrabando de drogas o ingredientes utilizados para preparar estupefacientes sintéticos de gran demanda en los mercados internacionales.

Puertos como el de Lázaro Cárdenas han estado bajo la lupa por la guerra que se vive por el control de su aduana.

Las dos mayores puertas de entrada de la costa oeste están en Michoacán y Colima, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

En conjunto, estos dos puertos representan el 47.1 por ciento del movimiento de carga total que transita por el Pacífico.

Las ganancias que generan no son nada despreciables. Sobre todo porque desde el año 2000 las importaciones chinas se han incrementado más de 22 veces.

Al mismo tiempo el mercado negro también ha entrado en jauja.

Estados como Michoacán y Sinaloa se encuentran envueltos en disputas entre los comerciantes de drogas ilegales y su importación al consumidor más grande el mundo: Estados Unidos.

Es sabido también que en todas las grandes fronteras resulta más sencilla la introducción ilegal de precursores químicos utilizados en la fabricación de drogas.

Es por eso que mientras se habla de crisis sociales y de seguridad en estados como Michoacán, es preciso voltear a ver sus puertos de entrada.

Es ahí donde podría estar el origen y causa de muchos de los males: los grandes negocios que entran y salen del mar.

China: el comercio se dispara

La relación comercial entre México y China ha crecido a pasos agigantados desde el año 2000, según datos del Banco de México y la Secretaría de Economía. 

Mientras que entonces el valor de las mercancías intercambiadas entre ambos países, es decir la suma de las exportaciones y de las importaciones, apenas superaba los 3 mil millones de dólares, en 2013 fue de aproximadamente 68 mil millones de dólares – un aumento de casi 22 veces.

Gracias a este impresionante despegue en el comercio entre México y China, cada vez una mayor parte de las actividades de puertos mexicanos como Ensenada (Baja California), Mazatlán (Sinaloa), Manzanillo (Colima), y Lázaro Cárdenas (Michoacán) está dedicada a mantener esta relación comercial, y los puertos mexicanos más importantes se encuentran inundados con mercancías chinas.

Desafortunadamente, casi todo este aumento en la actividad comercial corresponde a un crecimiento en las importaciones, que representan más del 90 por ciento del valor del comercio chino-mexicano. 

Así, aunque proporcionalmente las exportaciones han aumentado más que las importaciones (31 y 21 veces sus niveles previos, respectivamente), en términos absolutos el aumento en las importaciones es más de 52 mil millones de dólares mayor que el de las exportaciones.

Esta disparidad ha tenido como consecuencia un aumento considerable en el déficit comercial que México sostiene con China. 

En el 2000 este era un saldo negativo de más de 2.6 mil millones de dólares, mientras que en 2013 fue de más de 54.8 mil millones de dólares un aumento en el déficit de más de 20 veces.

Tráfico legal, e ilegal a través del Pacífico

En el año 2000 las importaciones chinas en México rondaban los 2 mil 880 millones de dólares en mercancías, según datos de Banco de México. El año pasado la cifra escaló a un nivel de 61 mil 321 millones de dólares.

A pesar de los costos económicos y sociales que implica tener un déficit comercial de la magnitud de casi 55 mil millones de dólares, el hecho de que se inunde el mercado nacional con productos chinos representa una oportunidad de crecimiento para los puertos del Pacífico mexicano. 

China aporta el 16.3 por ciento del total de las importaciones mexicanas. Las mercancías son enviadas desde Asia hacia México en transportes de carga marítima.

Según el INEGI, el valor total de las importaciones que ingresaron a México en 2013 por esta vía fue de 109 mil 376 millones de dólares, que contrasta con el registro de 76 mil 965 millones de dólares en el 2008. 

En cinco años el crecimiento del valor de las importaciones  que ingresaron al país a través de puertos en las costas mexicanas, fue de 42.11 por ciento.

La mayoría de los puertos en México se han caracterizado por un crecimiento constante del tráfico de carga marítimo. 

Sin embargo, los puertos del pacífico exhiben con creces esta tendencia.  

Los dos mayores puertos de carga de la costa oeste mexicana son Lázaro Cárdenas, Michoacán y Manzanillo, Colima, según indica la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. En conjunto, Manzanillo y Lázaro Cárdenas representan el 47.1 por ciento del movimiento de carga total que transita por los puertos del Pacífico.

El movimiento de carga en el puerto de Lázaro Cárdenas alcanzó en 2012 las 30 millones 672 mil toneladas, contrastando con  las 18 millones 84 mil toneladas traficadas en el año 2000. Cabe destacar que del año 2009 al 2010 el movimiento de carga en este puerto se incrementó en 8 millones de toneladas, un crecimiento del 40 por ciento en un solo año.  

Hutchison Port Holdings, uno de los operadores de terminales del puerto, destacó que la actividad económica portuaria aporta el  34 por ciento del producto interno bruto (PIB) de Michoacán.  

El puerto de Manzanillo registró un movimiento de carga de 27 millones 280 mil toneladas en 2012. En el 2000 el tráfico de este puerto no alcanzaba las 12 millones de toneladas.

El crecimiento de la presencia comercial de China en México y del tráfico de carga de los principales puertos del Pacífico sugiere una correlación que abre la puerta a oportunidades de negocio de todo tipo. 

Por este motivo la lupa está puesta en los puertos que por su excesivo tráfico podría ser un lugar ideal para el tráfico de drogas. 

Decomisos de metanfetamina  en las aduanas mexicanas 

> 349
toneladas  en 2012 

> 22
toneladas en octubre de2009

> 88
toneladas en mayo de 2011

> 252
toneladas en diciembre 2011

La metanfetamina de Zhenli Ye Gon

Un antecedente importante en lo referente a la importación de sustancias precursoras para la manufactura de drogas en México es el caso de Zhenli Ye Gon. 

El empresario chino mexicano, arrestado en Estados Unidos en 2007 y aún en custodia de las autoridades estadounidenses, fue acusado de importar toneladas de pseudoefedrina y efedrina a México con el fin de proveer insumos para la manufactura de metanfetaminas que después serían vendidas en los Estados Unidos.

Ye Gon, nacido en Shanghái y naturalizado mexicano, operó entre el 2002 y el 2004 una empresa farmacéutica llamada Unimed Pharm Chem México. 

Como parte de sus operaciones, Unimed fue autorizada por el gobierno mexicano para importar toneladas de diversas sustancias controladas, entre ellas la pseudoefedrina y efedrina. 

Estas sustancias eran después revendidas a otros laboratorios para la manufactura de medicamentos.

Según información de Unimed, la empresa importó por lo menos 8 mil toneladas de sustancias químicas a través de cinco años. 

Tan solo a través de la reventa de pseudoefedrina y efedrina, Ye Gon acumuló aproximadamente 350 millones de dólares.

Ambas sustancias son parte del proceso de manufactura de medicamentos antigripales, como el Sudafed, pero también pueden ser utilizadas para la creación de metanfetaminas, lo cual atrajo las sospechas de las autoridades. 

Como parte del proceso en su contra, las autoridades revelaron que de 81 toneladas de pseudoefedrina importadas por Unimed entre el 2002 y el 2004, sólo 34 pasaron por la auditoría de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, lo cual deja la posibilidad de que las otras 47 toneladas hayan acabado en el mercado negro.

Procuradores y agentes estadounidenses han propuesto que Ye Gon formó parte de una red de tráfico y lavado de dinero que incluyó la participación del Cártel de Sinaloa. 

Ye Gon ha negado dichas acusaciones, y ha acusado al gobierno mexicano de involucrarlo en una conspiración.

A pesar de que los cargos en contra de Ye Gon no procedieron en Estados Unidos, el empresario está aún en manos de las autoridades, esperando la resolución de un proceso de extradición que el gobierno mexicano está intentando realizar, con tal de que enfrente cargos en el país.

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La relación aduanera de los hermanos Gil Díaz por Roberta Carrillo

 

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