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El futuro del ‘Mexican Moment’

El 2014 fue un año de claroscuros para la economía mexicana. El furor de las reformas estructurales quedó opacado en los últimos meses debido a los problemas de inseguridad y escándalos de corrupción.

Sin embargo, el mal cierre del año parece no haber perjudicado las buenas expectativas de crecimiento, pero mantiene en estado de cautela a los economistas.

En la última encuesta del año realizada por el Banco de México (Banxico) a especialistas, el pronóstico de tasa de crecimiento para este año se mantuvo en 2.19 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

3.5
por ciento es el crecimiento económico que experimentará el país el próximo año, de acuerdo con los especialistas de Banxico
Recientemente, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, advirtió que no están cerrados a disminuir la carga impositiva si la situación lo permite
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El 2014 fue un año de claroscuros para la economía mexicana. El furor de las reformas estructurales quedó opacado en los últimos meses debido a los problemas de inseguridad y escándalos de corrupción.

Sin embargo, el mal cierre del año parece no haber perjudicado las buenas expectativas de crecimiento, pero mantiene en estado de cautela a los economistas.

En la última encuesta del año realizada por el Banco de México (Banxico) a especialistas, el pronóstico de tasa de crecimiento para este año se mantuvo en 2.19 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Aunque esta proyección está muy por debajo del 3.9 por ciento que esperaba la Secretaría de Hacienda a principios de año, todo indica que las proyecciones positivas no han muerto. 

Dentro de la misma encuesta de Banxico se aprecia que los economistas esperan que el próximo año el país crezca a una tasa del 3.5 por ciento del PIB.

Entre los obstáculos más grandes que esperan tendrá el país para conseguir este objetivo se encuentran los problemas de inseguridad pública y la caída de los precios del petróleo.

Ante la complicada situación económica, el Gobierno Federal cambió su discurso en materia de política fiscal, lo que podría significar en una reducción de impuestos.

La reforma fiscal aprobada en el 2013, la cual entró en vigor este año, es señalada por los empresarios como una de las anclas más pesadas con las que carga la economía mexicana.

En un principio, el gobierno hizo clara su promesa de un pacto fiscal en el que se comprometían a no modificar ningún impuesto por lo que resta del sexenio actual. 

No obstante, a principios de mes, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, advirtió que no están cerrados a disminuir la carga impositiva si la situación lo permite.

Si bien el cambio podría llegar hasta el 2016, el nuevo tono de discurso trae esperanza para los inversionistas que más se han visto afectados con la reforma fiscal.

Problemas por resolver

Estos son los principales conflictos económicos con los que cierra México el año y que seguirán en el 2015:

Caída petrolera: el exceso de oferta de petróleo provocado por la revolución del gas shale en Estados Unidos junto con la reducción de la demanda internacional han golpeado el precio de la mezcla Mexicana, que ya se cotiza por debajo de los 50 dólares el barril.

Peso depreciado: la recuperación económica de Estados Unidos y la promesa de la Reserva Federal de aumentar la tasa de interés provocó una fuga de capitales hacia el país vecino que tiene al tipo de cambio por encima de los 14.50 pesos por dólar.

La bolsa rota: durante los primeros nueve meses del año, la Bolsa Mexicana de Valores consiguió llegar a niveles históricos de valuación. Sin embargo, todo el avance del año se revirtió en tan sólo tres meses y la caída de la bolsa parece no tener fin.

Inseguridad y corrupción: la reciente ola de inestabilidad social en diversos puntos del país provocó un cambio en la opinión de los inversionistas extranjeros y medios masivos de comunicación. Esto podría ocasionar una reducción en la entrada de capital a México.

Fortaleza mexicana

Consolidación de reformas: el efecto de las reformas estructurales aprobadas el año pasado tendrá su mayor impacto durante el 2015 y 2016. Economistas esperan que la recolección de estos frutos sirvan para impulsar el crecimiento.

Cambios fiscales: aunque todavía no se anuncia ninguna reducción de impuestos, el Gobierno Federal modificó su discurso sobre el tema abriendo la puerta a otras posibilidades. Hasta el momento, la reforma fiscal sigue siendo considerada como un freno al crecimiento.

No muere la esperanza: con todos los problemas y escándalos, los analistas todavía tienen altas expectativas para el país. Entre los emergentes, México representa una luz para los inversionistas debido a la aprobación de las reformas y la apertura comercial.

Recuperación estadounidense: el crecimiento económico de Estados Unidos tiene un impacto directo y positivo para México. Como principal socio comercial, las exportaciones mexicanas están destinadas a tener un incremento el siguiente año.

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