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El empleo no crece

Las reformas que discute el Congreso generan polémica y posturas antagónicas, que reflejan realidades diferentes en el país.

Sin embargo, existen dos hechos evidentes que no se pueden negar: las reformas, además de atrasadas, siguen atoradas en el Congreso, y cualquiera que pueda ser su beneficio se consolidará en el mediano y largo plazo.

Mientras los legisladores discuten y defienden su propia agenda, la economía mexicana revela cada mes cifras decepcionantes.

68.1
Por ciento del total de la población ocupada son trabajadores subordinados y remunerados
La incapacidad del gobierno para disminuir el desempleo preocupa a los analistas, en particular cuando el discurso económico se concentra en una serie de reformas que tardarán años en mostrar sus efectos positivos
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Las reformas que discute el Congreso generan polémica y posturas antagónicas, que reflejan realidades diferentes en el país.

Sin embargo, existen dos hechos evidentes que no se pueden negar: las reformas, además de atrasadas, siguen atoradas en el Congreso, y cualquiera que pueda ser su beneficio se consolidará en el mediano y largo plazo.

Mientras los legisladores discuten y defienden su propia agenda, la economía mexicana revela cada mes cifras decepcionantes.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó ayer que en mayo la tasa de desocupación a nivel nacional subió, en relación con el mes inmediato anterior, al 5 por ciento.

La incapacidad del gobierno federal de disminuir el desempleo preocupa, en especial cuando el discurso económico se concentra en una serie de reformas que, en el mejor de los casos, tardarán años en tener un impacto positivo.

La Población Económicamente Activa (PEA) en México es del 58.68 por ciento, indicador que hace referencia a las personas mayores de 14 años que trabajan o buscan empleo.

Además de las personas que no encuentran trabajo, el reporte del Inegi destaca que el 8.2 por ciento de la PEA se encuentra subempleada.

Esto significa que gran parte de las población que tiene empleo declaró la necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, pero no encuentran una ocupación adecuada.

Analistas han criticado la pasividad de la administración actual y reclaman medidas que incentiven la actividad económica.

Ante la caída de las expectativas de crecimiento, el mismo Banco de México redujo en 50 puntos bases el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, con el fin de fomentar un estímulo adecuado.

No obstante, revertir la tendencia económica actual necesitará más acciones. La atención se concentra en el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien ha reafirmado su esperanza en las reformas y se niega a dar un paso atrás en las tan criticadas enmiendas fiscales del año pasado.

Radiografía laboral

El trabajador promedio mexicano es un hombre asalariado que labora para el sector de los servicios. 

Al menos esto es lo que revelan las cifras del Inegi respecto de las características de la población ocupada. 

La mayoría de la población ocupada en México está conformada por trabajadores subordinados y remunerados. A nivel nacional, significan el 68.1 por ciento del total de ocupados. 

La cifra asciende a 75 por ciento si se consideran únicamente los ámbitos urbanos de alta densidad de población en el país.

Los trabajadores por cuenta propia son el segundo componente más grande de la población ocupada: 22 por ciento del total de la población ocupada a nivel nacional, y 18.3 por ciento en áreas urbanas de alta densidad poblacional.

El resto de la población ocupada reside en una minoría que se divide entre empleadores y trabajadores no remunerados. 

Los primeros comprenden el 4.3 por ciento del total de personas ocupadas en México, mientras que el segundo alcanza una cifra de 5.6 por ciento.

Ambas minorías reducen su participación del total ocupado cuando se mide la composición de la fuerza laboral de las grandes ciudades de los 32 estados de la República.

La distribución por sector de actividad muestra la preponderancia del sector terciario en el empleo mexicano. 

Más del 40 por ciento de la población ocupada está concentrada en el sector de los servicios. El comercio emplea a casi un quinto del total de las personas ocupadas.

La industria manufacturera es el tercer sector más importante, en el que que está ubicada el 15.8 por ciento de la población ocupada. 

Le siguen las actividades agropecuarias, con un 13.8 por ciento; la construcción, con un 7.8 por ciento, y “otras actividades económicas”, que incluyen minería, electricidad, agua y suministro de gas, con 0.8 por ciento.

Las personas que no especificaron su actividad representan apenas el 0.5 por ciento de la población ocupada.

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