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El berrinche del ‘Niño’

El Niño ya llegó para hacer su berrinche y México tiene que cuidarse. La actual edición del fenómeno climático podría resultar ser la más fuerte desde 1950, durar hasta inicios del 2016, y afectar de forma particularmente negativa al país, según prevén los expertos.

El Niño, apodado así desde el siglo XVII debido a su aparición cerca de las fiestas navideñas, es un fenómeno climático cíclico en el cual, cada dos a siete años, las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial se calientan entre 0.5 y 5 grados Celsius por encima de sus temperaturas promedio.

33-36,000
millones de dólares
en daños a propiedad son asociados a nivel global con El Niño de 1997-1998, el más fuerte registrado desde que comenzaron a recaudarse datos al respecto en 1950
El daño que ocasiona El Niño a ciertas cosechas genera escasez de productos que, como consecuencia, suben de precio
"(Los países vulnerables a El Niño) podrían experimentar una fuerte caída en su crecimiento económico, un salto en su inflación, un empeoramiento de sus posiciones fiscales y comerciales, mayores tasas de interés, depreciación de sus divisas, y un incremento en el riesgo de su deuda"
Rob SubbaramanDirector operativo y economista en jefe
en Asia para el grupo financiero Nomura
https://www.youtube.com/watch?v=GM-4wV6mK_M

El Niño ya llegó para hacer su berrinche y México tiene que cuidarse. La actual edición del fenómeno climático podría resultar ser la más fuerte desde 1950, durar hasta inicios del 2016, y afectar de forma particularmente negativa al país, según prevén los expertos.

El Niño, apodado así desde el siglo XVII debido a su aparición cerca de las fiestas navideñas, es un fenómeno climático cíclico en el cual, cada dos a siete años, las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial se calientan entre 0.5 y 5 grados Celsius por encima de sus temperaturas promedio.

Este cambio, aparentemente pequeño, tiene grandes efectos sobre el clima a nivel global. Generalmente, durante los años de El Niño hay temperaturas más altas y lluvias más fuertes en partes de América y África, mientras que del otro lado del mundo hay sequías en el sudeste de Asia y en Oceanía.

Para México, los años de El Niño tienden a traer inviernos húmedos con riesgos de inundaciones y veranos áridos que traen consigo peligrosas sequías.

Estos cambios alteran las condiciones necesarias para la cosecha de diversos productos agrícolas y además frecuentemente resultan en devastadores ciclones y huracanes. 

Un ejemplo de esto se vio durante El Niño de 1997-1998, considerado el peor de la historia, el cual es asociado con 23 mil muertes y 36 mil millones de dólares en daños de propiedad a nivel global. Bloomberg reporta que México podría verse particularmente afectado por este El Niño, según un análisis reciente publicado por analistas del grupo financiero Nomura. El reporte, supervisado por Rob Subbaraman, incluye al país dentro de una lista que también incluye a Bangladesh, Rusia, Nigeria, India, Arabia Saudita y China, entre otros.

Subbaraman, director operativo y economista en jefe de Nomura en Asia, advierte que los países que sufrirán las peores consecuencias de El Niño son los más pobres y quienes importen la mayor parte de los alimentos que consumen.

“Esos países podrían experimentar una fuerte caída en su crecimiento económico, un salto en su inflación, un empeoramiento de sus posiciones fiscales y comerciales, mayores tasas de interés, depreciación de sus divisas, y un incremento en el riesgo de su deuda”, según indicó Subbaraman.

Niño “monstruoso”

La advertencia de Nomura tiene más sentido al considerar que este podría ser El Niño más fuerte en la historia.

El Niño de este año podría ser aún peor que el de finales de los noventa según advierten autoridades de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), parte del Departamento del Comercio de Estados Unidos. 

Esto lo convertiría en El Niño más fuerte desde 1950, momento a partir del cual existen registros al respecto.

La llegada del actual El Niño fue declarada por NOAA en marzo de este año, y los pronósticos más recientes de la agencia asignan un 90 por ciento de probabilidad a que éste persistirá durante los meses invernales y un 85 por ciento de probabilidad a que durará hasta inicios de la primavera del 2016.

La revista The Economist reporta que la magnitud del actual fenómeno es tal que algunos científicos están recurriendo a lenguaje sensacionalista para describir lo poderoso que podría resultar, apodándolo “El Niño Godzilla”, por ejemplo.

El efecto Niño

En un año en el que los precios de los commodities (mercancías como el petróleo, metales y productos agrícolas) se encuentran en su punto más bajo desde 1999, El Niño podría dar un empujón al valor de productos como el algodón, el azúcar y el café, entre otros.

Esto se debe a que el daño que las condiciones de El Niño causa sobre las cosechas de estos productos los vuelve más escasos, lo cual encarece su precio. 

Los expertos también temen que las tormentas asociadas con el fenómeno causen estragos en las redes de transporte de otros commodities que requieren cruzar el Pacífico para llegar a sus destinos finales, encareciéndolos en consecuencia.

El Niño incluso tiene efectos más allá de los campos, ya que la menor cantidad de lluvias en ciertas regiones limita la generación de energía hidroeléctrica que es utilizada para proyectos mineros en países como Indonesia, mientras que al mismo tiempo la mayor cantidad de lluvias inunda minas en lugares como Chile.

Estos efectos mixtos significan que sólo una cosa es segura para los mercados de commodities en los próximos meses: una tormenta de volatilidad.

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