Derecho laboral para todos los trabajadores mexicanos
El pago de utilidades a los trabajadores es señalado como un buen instrumento de redistribución de riqueza y apoyo a la productividad, sin embargo en México son pocos quienes gozan de este derecho
María Fernanda NavarroSe trata de un derecho de los trabajadores mexicanos plasmado en la Constitución, pero muy pocos pueden decir que gozan de éste. De hecho, el escaso acceso de los empleados al pago de participación de utilidades es un reflejo de las condiciones precarias en las que se desarrolla el mercado laboral del país, señala un especialista en materia laboral.
Además de los trabajadores por cuenta propia o aquellos que no tienen remuneración, que no gozan de este tipo de beneficios que otorga el trabajo formal, hay una buena proporción de trabajadores asalariados para quienes transcurre sin pena ni gloria abril y mayo, meses en los que las empresas están obligadas a entregar este beneficio.
“El monto de reparto de utilidades es bajo porque mucha gente no lo recibe, es uno de los derechos laborales que más se evaden, no todo mundo lo evade, pero al final en el peso de toda la economía el pago de utilidades es mínimo”, explica Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza y el Observatorio de Trabajo Digno.
Los datos más recientes indican que en México hay aproximadamente 36.73 millones de personas con trabajo asalariado, 13.01 que trabajan por cuenta propia, 2.87 millones son empleadores, 1.63 millones están en un trabajo asalariado pero no gozan de salario y 2.38 tienen una ocupación sin pago.
Dentro del universo de los trabajadores asalariados, 18.61 millones no cuenta con un contrato estable, es decir, 52 por ciento del total de los asalariados, de acuerdo con datos del Observatorio del Trabajo Digno.
“Los que tienen trabajo asalariado son dos tercios de la población ocupada, y de ellos la mitad no tienen contrato, no es estable, entonces es poco probable que si no tienen contrato reciban utilidades, no es que sea imposible, porque puede que estén jugando bajo este esquema de eventualidad aunque su puesto sea permanente que se los está renovando y es probable que estén contratados por diferentes razones sociales, el famoso outsourcing abusivo”, señala Gómez Hermosillo.
El reparto de utilidades es un derecho establecido en el artículo 123 de la Constitución que señala que los trabajadores reciben una parte de las ganancias que obtiene un patrón por la actividad productiva o los servicios que ofrece en el mercado.
Con excepción de directores, administradores, gerentes generales, socios o accionistas y trabajadores eventuales que hayan laborado menos de 60 días durante el año que corresponda, así como prestadores de servicios profesionales; todos los trabajadores tienen este derecho. Además, las empresas están obligadas a entregar este beneficio a partir del primer día hábil de abril y hasta el último día hábil de mayo.
En septiembre de 2020 se estableció que el cálculo del porcentaje de participación para los trabajadores en las utilidades debe corresponder al 10 por ciento sobre la renta gravable, con estas nuevas normas la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) calcula que los trabajadores recibirán en promedio utilidades por 57 días de salarios, es decir, 18 mil 557 pesos.
Cambios a outsourcing en favor de trabajadores
Los cambios legislativos aplicados a la Ley Federal del Trabajo en materia de subcontratación permitirían que este año el reparto de utilidades beneficie a más trabajadores.
En 2021 se repartieron 56 mil millones de pesos, equivalente al 2.8 por ciento de las utilidades totales, pero se espera que para este año el monto alcance los 157 mil millones de pesos, equivalentes a 7.7 por ciento; de acuerdo con cálculos de la STyPS.
El aumento en la cifra se determina a partir de la eliminación de la figura de subcontratación y la integración de más trabajadores a los esquemas de nóminas de las empresas. Sin embargo, una de las tendencias identificadas por especialistas en materia laboral es que los dueños de empresas integran a sus empleados con esquemas como el de honorarios o asimilados a salarios.
“Todo esto forma parte de la precariedad laboral general de bajos salarios, sin contratos, sin sindicato, sin seguridad social que tanto hemos venido señalando en el Observatorio. Es una pieza más de estos modelos de negocios que violan derechos laborales, que buscan lagunas legales, outsourcing, los contratos temporales, la rotación de contratos con la misma persona con la misma razón social, como una manera de evadir prestaciones entre ellas la parte de utilidades”, señala Gomez Hermosillo.