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Cuentas chinas

Christopher Balding, profesor asociado de la Escuela de Negocios HSBC de la Universidad de Pekín, ha escrito un informe en el que concluye: “Hay una fuerte evidencia que indica que la tasa de bienes de crecimiento del PIB chino, y en última instancia, el PIB real total, puede estar exagerado significativamente”.

Desde que China se abrió al mundo en 1979, ha sido un gigante económico, ampliando su economía por una tasa de crecimiento del 10 por ciento entre 1980 y 2012. 

Esta tasa se aceleró a partir de 1999, con un promedio de 10.2 por ciento entre 2000 y 2012. 

10.2%
el PIB real anual promedio de China 
en la última década
"Hay una fuerte evidencia que indica que la tasa de bienes de crecimiento del PIB chino, y en última instancia, el PIB real total, puede estar exagerado significativamente”
Christopher BaldingProfesor asociado de la Escuela de Negocios HSBC de la Universidad de Pekin
Si los datos de inflación en China no son exactos, o son deliberadamente manipulados, esto tiene un impacto muy grande en muchas otras áreas 
de datos económicos y financieros

Christopher Balding, profesor asociado de la Escuela de Negocios HSBC de la Universidad de Pekín, ha escrito un informe en el que concluye: “Hay una fuerte evidencia que indica que la tasa de bienes de crecimiento del PIB chino, y en última instancia, el PIB real total, puede estar exagerado significativamente”.

Desde que China se abrió al mundo en 1979, ha sido un gigante económico, ampliando su economía por una tasa de crecimiento del 10 por ciento entre 1980 y 2012. 

Esta tasa se aceleró a partir de 1999, con un promedio de 10.2 por ciento entre 2000 y 2012. 

Desde entonces, China ha sacado a cientos de millones de sus ciudadanos de la pobreza extrema convertirtiéndose en una de las economías más grandes del mundo.

Balding afirma en su estudio que, aun con el gran potencial del gigante oriental, existe una fuerte evidencia que indica que la tasa de crecimiento del PIB real de China y el PIB real total pueden ser significativamente exagerados. 

Esta diferencia se debe principalmente a irregularidades importantes y sistemáticas en los datos de inflación que mantiene China y el paso a través del impacto sobre una amplia variedad de otros datos como el PIB real y el ingreso disponible. 

Si los datos de inflación no son exactos, o son deliberadamente manipulados, esto tiene un impacto muy grande en muchas otras áreas de datos económicos y financieros resultando en grandes disparidades y datos muy por encima de los reales.

Más caro vivir 
en el pueblo

El autor comparte información que otorga públicamente la Oficina Nacional de Estadísticas de China (NBSC por sus siglas en inglés), encargada de brindar la principal información y datos de la economía nacional, financieros y datos sociales de China.

En cuanto a los datos de alquiler y la compra de viviendas privadas tanto en la zona urbana y en la rural, se pueden notar algunas discrepancias en los datos.

En primer lugar, de acuerdo con la NBSC, el precio de la vivienda libre en China aumentó en un total de 8.14 por ciento entre 2000 y 2011. 

Aún más inverosímil, el precio de la vivienda libre aumentó solo un 5.99 por ciento en las zonas urbanas, donde los chinos se estaban moviendo en grandes números. 

En segundo lugar, el precio anual de la vivienda libre en las zonas rurales aumentó en 1.67 por ciento, lo que se traduce como más de tres veces  que los precios en las zonas urbanas que aumentaron en 0.53 por ciento. En otras palabras, se hizo más caro en China vivir en zonas rurales que en los centros urbanos. 

Por último, de acuerdo con la NBSC, el aumento del precio del alquiler superó el cambio en el precio de la vivienda libre en casi un 50 por ciento. 

Dicho de otra manera, el precio para alquilar una habitación debería de ser más barato que el precio de comprar toda una casa, contrario a lo que se nos muestra.

Hay otras formas en las que se manipulan los datos de inflación, en primer lugar, de acuerdo con la NBSC, sólo el 12 por ciento de los hogares chinos son rentados, en donde sí se incluyen todas las categorías de la vivienda privada y se excluye la categoría definida como “otros”, nos queda un total de 85.4 por ciento, en que los hogares chinos se cuentan como ocupantes de viviendas privadas. 

Esto tiene una fuerte implicación, pues a pesar de que el precio de alquilar un apartamento aumentó 53 por ciento entre 2000 y 2011, este precio se aplica a menos del 15 por ciento de los hogares chinos, según la NBSC. El 85 por ciento restante únicamente ven un aumento del 8 por ciento en el precio de la vivienda. 

Por conclusión, le dieron un peso desproporcionado al aumento más ligero de precios para que la inflación de vivienda no se vea tan afectada.

Impactante migración

Balding afirma que la NBSC está sesgando la distribución de la población entre las zonas rurales y urbanas en el cálculo de la variación total del índice de precios de vivienda libre. 

Durante la última década, China ha sido testigo de una de las migraciones más grandes de la historia. 

En el 2000, dos tercios de la población fue clasificada como rural; para el 2011, el número clasificado como residentes urbanos fue mayor del 51 por ciento. 

Sin embargo estos datos son manipulados a su conveniencia, con la finalidad de alterar los resultados del PIB real del país.

China tuvo un crecimiento del PIB nominal inferior a Indonesia y Argentina. 

Esto significa que para lograr tan buen nivel de crecimiento económico como dice tener, es debido al crecimiento del PIB real, y la única herramienta que tiene para mostrar una cifra muy buena del PIB real es manteniendo una baja inflación.

Hoy en día China reporta datos inflacionarios como de los más bajos de las economías más grandes del mundo, tan solo después de Japón y Canadá, haciendo que tenga un crecimiento anual promedio de 10.2 en la última década.

El estudio hace los cálculos tanto de la inflación y del PIB real con los datos correctos, de tal forma que corrige la discrepancias explicadas en la inflación, por un supuesto más realista con respecto a la variación de los precios y la cantidad gastada por los residentes chinos en materia de vivienda, esto implica una reducción en alrededor de un 12 por ciento en el PIB real, reduciendo su crecimiento económico en más de 1 billón de dólares.

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