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Caída dolorosa

Las exportaciones petroleras de México sufrieron una caída anual de 47.3 por ciento en enero de 2014, su peor descenso en los últimos cinco años.

La balanza comercial de mercancías publicada por el INEGI indica que el país recibió 2 mil millones de dólares por sus exportaciones petroleras durante el mes pasado. 

La tendencia bajista forma parte de una caída prolongada en los precios internacionales del crudo y de la producción petrolera del país.

Las exportaciones petroleras de México sufrieron una caída anual de 47.3 por ciento en enero de 2014, su peor descenso en los últimos cinco años.

La balanza comercial de mercancías publicada por el INEGI indica que el país recibió 2 mil millones de dólares por sus exportaciones petroleras durante el mes pasado. 

La tendencia bajista forma parte de una caída prolongada en los precios internacionales del crudo y de la producción petrolera del país.

El precio de la Mezcla Mexicana de petróleo se ubicó en 40 dólares a finales de enero de 2015, cifra que contrasta con el precio de 91 dólares por barril registrado a finales de enero del 2014.

La caída de los precios del petróleo es explicada por un incremento sustancial en la oferta mundial, particularmente de Estados Unidos. La reacción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), responsables de cerca del 40 por ciento del crudo global, fue la de elevar las  sus cuotas de producción para competir por participación de mercado.

Mientras que la producción mexicana decrece, grandes exportadores de petróleo como Irak y Rusia están elevando sus niveles de producción de crudo a máximos históricos.

A mediados del año 2000, México producía alrededor de 3.5 millones de barriles diarios. Ahora la cifra rebasa apenas los 2.7 millones de barriles diarios. 

Tan sólo de enero a diciembre 2014 la producción cayó 5 por ciento.

Además, la producción petrolera de Estados Unidos, uno de los mayores importadores de petróleo a nivel global,  está en su más alto nivel en los últimos 40 años.

El boom energético de ese país le ha permitido cortar sus importaciones petroleras a su nivel más bajo en veinte años.

Gobierno mexicano optimista

La nueva coyuntura energética amenaza a las finanzas públicas del Estado mexicano.  La Secretaría de Hacienda reaccionó con un recorte al gasto público equivalente  al 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

En el 2008, los ingresos presupuestarios del sector público derivados de la producción petrolera eran de 10.3 por ciento del PIB. Para este año, la cifra estimada es de 6.5 por ciento del PIB.

Sin embargo, los criterios de política económica de la Secretaría de Hacienda demuestran la confianza en el efecto que la reforma energética tendrá sobre el sector petrolero.  Se estima un incremento progresivo de la producción, que alcanzará los 3.1 millones de barriles diarios en 2020.

Asimismo, el gobierno espera un aumento de 22 por ciento de las exportaciones petroleras para ese mismo año, de modo que los ingresos petroleros del sector público alcanzarán un nivel de 7.5 por ciento del PIB.

 

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