Un inicio agresivo

La primera ronda de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte  (TLCAN) que arrancó ayer en Washington estuvo marcada por la postura del representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, quien se apegó a la retórica de Donald Trump, al asegurar que los déficits comerciales deben desaparecer.

También culpó al pacto comercial de la pérdida de al menos 700 mil empleos y dijo que es necesario actualizar las reglas en temas de comercio digital, propiedad intelectual y energía.

700,000
Empleos se han perdido en EU por culpa del TLCAN, según la administración de Donald Trump
El principal asesor comercial del gobierno de Donald Trump, Robert Lighthizer dio el banderazo inicial a las conversaciones con una línea dura para modernizar el TLCAN
“Para que un acuerdo tenga éxito, tiene que funcionar para todas las partes involucradas, de lo contrario no es un trato”
Ildefonso GuajardoSecretario de Economía de México
“Los sólidos fundamentos económicos constituyen un argumento convincente para impulsar lo que resulta eficiente y perfeccionar lo que puede hacerse mejor”
Chrystia FreelandMinistro de Relaciones Exteriores de Canadá
“Necesitamos asegurar que los enormes déficits comerciales no continúen y que tengamos un equilibrio y reciprocidad”
Robert LighthizerRepresentante comercial de Estados Unidos
El plan inicial es llevar a cabo siete rondas antes de finalizar el 2017 y alcanzar acuerdos antes de los procesos electorales del próximo año en ambos países

La primera ronda de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte  (TLCAN) que arrancó ayer en Washington estuvo marcada por la postura del representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, quien se apegó a la retórica de Donald Trump, al asegurar que los déficits comerciales deben desaparecer.

También culpó al pacto comercial de la pérdida de al menos 700 mil empleos y dijo que es necesario actualizar las reglas en temas de comercio digital, propiedad intelectual y energía.

La Casa Blanca ha dicho que una mejora del TLCAN implica forzosamente una reducción del déficit comercial de Estados Unidos con México, ignorando que el objetivo de un tratado de libre comercio no es eliminar déficits comerciales, sino explotar los beneficios de las ventajas comparativas entre los países involucrados.

El plan inicial es llevar a cabo siete rondas antes del final de 2017 y alcanzar acuerdos antes de los procesos electorales del próximo año en ambos países.

El comercio de la región se ha cuadruplicado desde la entrada en vigor del tratado en 1994, alcanzando un valor de 1.2 billones de dólares en 2016.

En lo que toca al mercado financiero mexicano, el tipo de cambio no reaccionó en forma negativa al arranque de la negociación, pero este proceso seguirá siendo un factor clave en el desempeño del tipo de cambio en los próximos meses por lo que no se pueden descartar presiones al alza para la paridad peso dólar, aseguró Gabriela Siller, directora de Análisis de Banco Base.

Canadá, sin problema; México realista 

El principal asesor comercial del gobierno de Donald Trump, Robert Lighthizer dio el banderazo inicial a las conversaciones con una línea dura para modernizar el TLCAN, al pedir cambios relevantes para permitir incrementar las piezas estadounidenses en los vehículos de exportación de la región.

Al inicio de las conversaciones, que tuvieron lugar en Washington, el representante comercial de Estados Unidos declaró que Trump no estaba interesado en “un mero ajuste”, del acuerdo.

“Necesitamos asegurar que los enormes déficits comerciales no continúen y que tengamos un equilibrio y reciprocidad”, destacó durante su participación de apertura de las negociaciones.“Esto debería ser revisado periódicamente”, precisó al tiempo de recordar que la Casa Blanca ha pedido que haya más piezas estadounidenses en autos producidos en la región, la mayor fuente del déficit comercial de 64 mil millones de dólares que registró Estados Unidos con México en 2016. 

Otro de los objetivos que enumeró Lighthizer se relaciona con las disposiciones que rigen las prácticas laborales y monetarias.

Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá (quien encabeza el equipo negociador de ese país), Chrystia Freeland, refirió que no es determinante un superávit o déficit comercial para que una relación comercial funcione.

“Sin embargo, vale la pena señalar que nuestro comercio con Estados Unidos es equilibrado y mutuamente beneficioso”, agregó.

Freeland sostuvo que Canadá espera una conversación productiva y constructiva.

“Hemos estado construyendo durante algún tiempo una muy fuerte relación entre Canadá y México”, manifestó.

“Los sólidos fundamentos económicos constituyen un argumento convincente para impulsar lo que resulta eficiente y perfeccionar lo que puede hacerse mejor”, añadió.

A su vez, el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo explicó, que en la mesa de negociación no se trata de romper con lo que ha funcionado, sino mejorar el acuerdo.

Lo que busca es ser realista y positivo para enfocarse en sólo los temas a mejorar del tratado.

“Para que un acuerdo tenga éxito, tiene que funcionar para todas las partes involucradas, de lo contrario no es un trato”, apuntó.

Guajardo explicó que la prioridad de México es ir “planchando” los temas en los que estén de acuerdo los tres  países para que se puedan ir cerrando.

También afirmó que para bajar los déficits hay que incrementar el comercio y que México está dispuesto a analizar ese tema siempre que sea para aumentar la generación de negocio y no para inhibirlo.

Sin embargo, reconoció que la preocupación de Estados Unidos por el sector manufacturero será un punto crítico en las negociaciones.

La prueba del TLCAN

Para el consenso de analistas, la mayor incertidumbre radica en que un acuerdo comercial pueda superar la prueba “Estados Unidos primero (America First)” de Donald Trump.

La atención estará en la capacidad de los negociadores para demostrar que una versión 2.0 del TLCAN puede cambiar el escenario que ha sostenido Trump desde su campaña al culpar al acuerdo comercial por el cierre de fábricas en su país y pérdida de empleos. 

Otro de los asuntos que marcará el proceso son las elecciones presidenciales en México, por eso el país pidió a las partes concluir la renegociación antes de febrero, para evitar que el tema sea mal utilizado durante la campaña electoral.

Mientras los representantes de los tres países hacían pronunciamientos sobre la inauguración formal de las pláticas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció la disolución del Consejo Manufacturero; además del Foro de Estrategia y Políticas, los cuales estaban conformados por líderes empresariales con el objetivo de contribuir a la agenda de la actual administración. El comunicado de Trump ocurrió luego que varios líderes empresariales ya habían anunciado su dimisión como consecuencia de eventos ocurridos en Virginia y la reacción de la Casa Blanca a esos hechos, la cual fue vista como inapropiada.

La disolución de ambos grupos empresariales fue interpretada por el mercado como un distanciamiento entre Donald Trump y el sector privado.

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Todo depende del déficit por Indigo Staff

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