Fisicoculturismo, lucha contra el dopaje, un estigma de mucho peso
El fisicoculturismo y el fitness serán de las disciplinas de los Juegos Panamericanos que por primera vez participan en la historia y su reto principal es dejar atrás la mala fama del uso de sustancias prohibidas de los atletas
Ricardo ResendiUna sombra oscurece el prestigio del fisicoculturismo, disciplina que por primera vez, y a petición de México, aparecerá en el calendario de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, y se trata del estigma de la utilización de sustancias prohibidas para incrementar la masa muscular de los participantes.
Sin embargo, el vicepresidente de la Federación Internacional de Fisicoculturismo y Fitness para la Región de Norteamérica (FIFFRN), Marco Antonio Cabezas Escárcega, quien ha cargado con la responsabilidad de llevar la disciplina a la justa continental, asegura que los atletas que representarán a México han cumplido con todas las normativas antidopaje impuestas por el Comité Nacional de Antidopaje.
“Si bien nuestro deporte es muy estigmatizado o son señalados, para llegar a esta competencia tenemos que cumplir con toda la normativa, y luego es la misma cantidad de exámenes antidoping que le practican a nuestros atletas como a los demás deportes. Para poder asistir ahí tuvieron que llegar con pruebas”, dice el federativo en entrevista con Reporte índigo.
La verdad oculta del fisicoculturismo
Más allá de la aplicación de exámenes de control de sustancias prohibidas en atletas mexicanos, la efectividad de los mismos es lo verdaderamente alarmante, ya que de acuerdo con Iván Aguilar Rincón, médico del deporte y rehabilitación, especialista de la plataforma Doctoralia, la pruebas antidoping no garantizan un organismo limpio.
“Sí hay forma de hacer trampa sin que salga. Así como existe el dopaje también existe la forma para que no salgan en los análisis. Muchas de estas personas que están usando ciclos anabólicos ya también saben la forma de salir limpios”, menciona en entrevista.
Todas las drogas que entran al cuerpo humano son metabolizadas por el hígado y eliminadas por el riñón a través de las heces, sudor, orina, principalmente, por lo que el tiempo durante el cual puede detectarse una droga en el organismo depende de la sustancia.
El médico Iván Aguilar Rincón señala que así como ninguna prueba de dopaje tiene la capacidad de rastrear una droga que fue ingerida seis meses atrás, existen sustancias que aceleran su eliminación, algunas de las cuales también son catalogadas como dopaje en la categoría de diuréticos o agentes enmascarantes de acuerdo con la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).
“Un examen de sangre u orina no da para marcar lo que has hecho en los últimos tres meses, y menos en seis meses. También, si aceleras para eliminarlo no va a aparecer en los análisis lo que se ha consumido tiempo atrás. Así como hay medicamentos para aumentar la masa muscular se sabe el tiempo de vida de ese medicamento y la forma de acelerar su eliminación o de disfrazarlo”, indica.
Encubridores al servicio
La corrupción también juega un papel preponderante en la detección de sustancias prohibidas dentro de las competencias deportivas de carácter internacional, pues con tantos intereses de por medio, el soborno sistemático para suministrar drogas y encubrir los resultados de controles es una práctica común.
“Surgen laboratorios todavía con muchas fallas y muchas dudas, así como con mucha corrupción. Entonces te puedo traer la mejor máquina y la mejor prueba, pero si sale positivo, con tantos intereses, de repente mágicamente se perdió la hoja y salió negativa”, indica el médico.
Limpiar el deporte
Aunque las autoridades han buscado la manera de acabar con esta marca negativa para el culturismo, los intentos de trampa siguen. Tan solo en octubre del año pasado la II Copa Euskadi de fisicoculturismo y fitness en Bilbao, España, fue cancelada luego de que la mayoría de los participantes desertaron y abandonaron la sede en cuanto se les avisó que se les practicarían pruebas antidopaje.
Para el certamen panamericano, Marco Antonio Cabezas Escárcega asegura que éstos servirán como una plataforma para demostrar que el dopaje no es una característica intrínseca del culturismo, ya que los esfuerzos se centran en que en algún momento los Juegos Olímpicos lo agreguen a su calendario.
“Con estos juegos vamos a dar a conocer muchas cosas, que si bien eso existe, sí que hay personas que utilizan; pero hablar de dopaje, el dopaje está en todos lados, lo vemos en un bar, en un restaurante, en una cantina. Es decir, el dopaje existe en todos lados, no es exclusivo del sector deportivo o del sector deportivo del fisiculturismo”, señala el directivo.